Un Puebla voluntarioso a balón parado, bien plantado por momentos, levantó en par de ocasiones el marcador para sacarle un empate a dos a las Águilas del América en la cancha del Azteca.
Aunque la historia estuvo a nada de torcerse para el blanquiazul sin siquiera haber rebasado los 10 minutos de juego en Coapa, cuando el central Oscar Mejía decretó pena máxima tras juzgar mano deliberada en un corte de balón de Gustavo Ferrareis, por primera vez titular con el Puebla desde la escalofriante lesión sufrida por el brasileño en septiembre del 2022 en aquella visita a las Chivas.
Los fantasmas de la Liguilla del Apertura 2022 y de todas las visitas hechas por La Franja a Coapa desde el 2017 volvían a aparecer. Pero el VAR entró a escena para salvar al blanquiazul de un nuevo chasco en Coapa y le sembró la duda al juez central, quien tras revisar el video echó abajo la marcación para quitarle las ganas a las Águilas y a su gente de celebrar su primera ventaja en todo el torneo.
A partir de eso, América cumplía con su papel de conjunto grande haciendo el gasto tras monopolizar la posesión, pero sin profundizar.
El conjunto azulcrema se estrellaba una y otra vez con la zaga del Puebla; en mucho porque las Águilas centralizaban el ataque y se lo ponían fácil al rival, que ganaba en aplomo para eliminar o reducir el pánico escénico en el Azteca tras lo vivido ahí de forma reciente.
Pero un chispazo, no desde la cancha y sí desde el banquillo cortesía del “Tano” Ortiz le abrieron el camino a las Águilas para desplegar por fin las alas. El estratega azulcrema les pedía a sus jugadores mover rápido en un saque de manos porque veía a Gularte, uno de los centrales rivales, quedarse y no regresar rápido a defender.
América hizo caso y aprovechó la superioridad numérica buscando en línea de fondo a Alejandro Zendejas, quien tras apenas conducir sirvió al corazón del área en búsqueda de Henry Martin; el ariete mexicano, a contrapié, metió el pecho para mandar a guardar el esférico y así subir el 1-0 en el marcador.
Pero Puebla esta vez no se desquebrajó, aguantó el 1-0 para rearmarse en el entretiempo y así salir a buscar la igualada en el complemento, pues al final habían mostrado “algo” en el primer capítulo a base de transiciones rápidas.
Aunque no fue a la contra y sí a balón parado cuando el blanquiazul encontró el empate para arañar un punto de su visita a Coapa cuando Gastón Silva con un testarazo seco dentro del área emplumada niveló las aguas para tener juego nuevo en el Azteca.
Sin embargo, la calidad en uno y otro conjunto marcaba la diferencia cuando Alejandro Zendejas le devolvía a las Águilas la ventaja tras empalmar de primera un servicio pasado para mandarlo a guardar en el ángulo superior derecho de la meta del Puebla.
¿Qué hizo el guardameta Antony Silva en la acción? Volar de forma estéril para embellecer la estampa, porque ni él ni mejor el portero del mundo hubieran frenado aquel obús. Honor a quien honor merece, Zendejas.
El castigo parecía demasiado para un Puebla honroso, competente a sus maneras y quien por mantener la calma a pesar de estar abajo en el marcador sacó renta al balón parado por segunda vez en el partido, lo cual demuestra que sí se trabaja en el campamento camotero en la semana.
Un tiro de esquina botado por izquierda por la pierna de Federico Mancuello encontró a Emanuel Gularte bien ubicado en el área rival para derribar por segunda vez a las Águilas, quienes se quedaron así con las ganas de volar en Coapa.
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Partidos ganando presumía América sobre Puebla.
