Todos conocemos una historia de amor, una pareja que se conoció en la calle, que tuvo química y desde ese momento decidieron unir sus vidas. Sin embargo, la historia cambia cuando se dice que los protagonistas son dos hombres adultos, pues en ocasiones, en vez de celebrar su amor, la sociedad los juzga, les da la espalda, sufren homofobia y su unión está llena de obstáculos.
Afortunadamente, este 14 de febrero del 2023, ganó el amor y Arturo Salinas de 51 años y Gerardo Cadena de 56, pudieron casarse luego de 23 años de conocerse. Los dos hombres consideran que este era el único paso que les faltaba para su relación y uno de los tantos pasos que las autoridades tienen que dar para garantizar la igualdad y no discriminación.
Este Día del Amor y la Amistad el Gobierno de Puebla impulsó una celebración de matrimonios colectivos gratuitos, el primer evento se llevó a cabo a las 9:00 horas y acudieron un total de 134 parejas. Al concluir, Manuel Carmona, director del Registro Civil, confirmó que, por temas de cupo, las parejas de la diversidad sexual que se registraron se comprometerían hasta 12:30.
Y fue así que a medio día empezaron a llegar las parejas. Una de ellas fue la de Arturo y Gerardo, quienes estuvieron sentados en primera fila acompañados de los familiares de Arturo. Ambos se tocaban las manos frecuentemente por los nervios, sonreían y hablaban en secreto para hacer más ligera la espera.
Felices, posaron para la foto
El juez que encabezó la ceremonia fue Miguel Ángel Osorno, quien dijo que el matrimonio no ve estereotipos, ni distinción, sólo amor y justo en este momento Arturo y Gerardo se abrazaron. Posteriormente se levantaron, se tomaron de las manos y enfrente de todos los presentes se juraron amor eterno.
Ese amor ya no sólo es de palabra, es legal y posaron para las fotografías con su acta de matrimonio. Para algunos es sólo un papel, pero para ellos, es una muestra de que sus derechos se están respetando y que los ordenamientos jurídicos los protegen.
“Nos conocimos hace 23 años, estábamos en la calle, en Ciudad Universitaria y ahí surgió el flechazo. Fuimos amigos muy poco tiempo y los dos meses nos fuimos a vivir juntos. Nos casamos hasta ahorita porque no tiene mucho tiempo que entró en vigor esta ley que aprueba nuestra unión y también porque el gobierno nos dio esta facilidad, pero si por nosotros hubiera sido nos casábamos hace 20 años”, compartieron.
En esta ocasión todo el proceso legal fue muy fácil, los servidores públicos los apoyaron, no hubo discriminación, homofobia, pero no siempre ha sido así y su amor ha tenido que enfrentar varias formas de discriminación, y no sólo del sistema, sino hasta de la propia familia.
Pero su amor sobrevivió, se ha vuelto más fuerte y hoy en día, la familia de Arturo los apoya plenamente. La de Gerardo aún no entiende su amor al 100 por ciento, incluso fue hasta el 2020 cuando él por fin dijo a los cuatro vientos que vivía con un hombre, pero espera que como pase el tiempo, entiendan que son una familia como cualquier otra.
Un acta, es un instrumento legal
Si se casaron fue por amor, porque son mejores amigos, pero también como un instrumento legal, pues el matrimonio ahora les otorgará derechos y prestaciones sociales en caso de que enfermen o en caso de que alguno falte.
“Nos sentimos felices y emocionados (…) fue difícil sobre todo porque las familias no lo veían tan bien, lo fueron aceptando poco a poco (…) es por amor, pero también por seguridad social (…) si alguien como nosotros del mismo sexo quiere casarse nosotros les decimos que se animen, afortunadamente le servicio que nos dieron fue muy bueno”, concluyeron.
Alejandra Ávila y Alejandra Montaño se casan
Otra pareja que contrajo nupcias fue la de Alejandra Ávila y Alejandra Montaño, las mujeres se conocieron hace ocho años un 14 de febrero en una fiesta, tuvieron muchas trabas para casarse con anterioridad, pero hoy por fin unirán sus vidas legalmente.
Al evento fueron acompañadas de su familia. Ale Montaño lució un vestido con velo blanco, y Ale Ávila un traje negro con corbata blanca. Ambas fueron las más risueñas de la ceremonia, las que más besos se dieron y las que no paraban de festejar su unión.
Para ellas, este es un logro del amor y un logro de la comunidad de la diversidad sexual. “Estábamos descansando en la casa, abrimos las redes sociales y vimos una publicación de bodas gratuitas, las cosas se dieron muy fácil y entendimos que era nuestro momento”, finalizaron.