La novedosa forma de alojarse a través de la plataforma digital de Airbnb está causando graves problemas económicos en la industria de hospedaje del estado de Puebla, ya que los mil 111 hoteles formalmente establecidos en la entidad registran pérdidas por 16 millones 665 mil pesos diarios, es decir, este nuevo modelo de negocio le arrebata en promedio a cada empresa 15 mil pesos al día, revela Alfonso Gómez, presidente del grupo Vive Puebla, que integra a grandes cadenas de hoteles en el estado.
En entrevista con este medio de comunicación, el representante empresarial agrega que tan solo de enero a noviembre de 2022, el sector ha dejado de percibir 5 mil 566 millones 110 mil pesos, debido a que los turistas nacionales y extranjeros, principalmente los más jóvenes, han optado por alojarse en departamentos o casas que se ofertan a través de Airbnb.
“Tenemos un estudio reciente donde nos percatamos que los hoteles de Puebla están perdiendo 15 mil pesos al día. Este dato es un promedio, porque habrá lugares donde las afectaciones son menores o mayores dependiendo del número de habitaciones (…) Si multiplicamos esta cifra por el número total de establecimientos que existen actualmente en la entidad, el dato es muy preocupante, que, sin duda, nos está causando graves problemas económicos”, subraya.
El empresario expone que la demanda de cuartos de hotel ha venido a la baja debido a que sus costos son más altos a comparación de la competencia, ya que ellos ofertan una habitación para dos personas en mil pesos la noche aproximadamente, mientras que en Airbnb oscila en los 700 pesos.
Sin embargo, aclara que los dueños de hotel no pueden bajar sus precios ya que deben de cumplir con diversos costos de operación, como lo son impuestos, permisos, predial, licencias y seguros; mientras que el nuevo modelo no cumple con esta serie de requisitos, lo que se convierte en una competencia desleal.
“Sabemos que la plataforma (Airbnb) tiene una ventaja competitiva que es su precio, pero la gente debe entender que no estamos en un piso parejo, ya que nosotros destinamos mucho dinero en costos de operación y los otros alojamientos no lo pagan, por eso pueden darse el lujo de ofertar los cuartos más baratos”, añade.
El Sol de Puebla buscó a los directivos de Airbnb en México para que pudieran dar a conocer una postura al respecto, sin embargo, mencionaron que por el momento no podían dar una declaración.
Los recursos del estado también se ven afectados
A decir de Manuel Domínguez Gabián, presidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, Airbnb no solo está afectando a la industria del hospedaje, sino también directamente a los recursos que obtiene el estado a través de impuestos.
Esto, debido a que las casas y departamentos que se ofertan por medio de la plataforma digital no están obligados a cumplir con el pago del Impuesto Sobre el Hospedaje (ISH) ni el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA).
De manera contraria, los hoteles formalmente establecidos deben pagar hasta 200 mil pesos mensuales, dependiendo del tamaño, por los conceptos antes mencionados.
El empresario asegura que actualmente existen 4 mil habitaciones de Airbnb en la entidad poblana que no están pagando sus respectivos impuestos al estado, por lo que las autoridades tienen menos recursos para llevar a cabo sus funciones de manera eficiente.
Es decir, captan una cantidad más baja de dinero que les impide realizar obras de construcción o mejorar los sistemas de seguridad, educación y salud, lo cual también daña a la sociedad.
“Esos lugares no pagan sus impuestos en Puebla, ya que ese recurso se queda (en el lugar) de donde es la plataforma, en este caso, en California, Estados Unidos (…) Está claro que si no cumplen con esto, el estado obtiene menos recurso para realizar obras o dar seguridad, educación y salud”, aclara.
Exigen la regulación de la plataforma en Puebla
Una vez exponiendo que Airbnb está provocando pérdidas económicas para la industria hotelera y para el estado, José Gustavo Rosales, dueño del hotel Gilfer, exige a las autoridades federales y estatales que regulen la operación de la plataforma en Puebla.
Lo anterior, con el objetivo de generar una competencia igualitaria y evitar consecuencias graves como el cierre de hoteles o un despido masivo de personal debido a la falta de ingresos.
“Definitivamente aquí en el estado su legislación ha tardado mucho, por lo que pedimos de manera urgente a las autoridades que hagan algo para evitar problemas graves como el cierre de hoteles o el despido de trabajadores (…) Aclaro que no estamos en contra del trabajo, porque todos necesitamos dinero, pero no estamos conformes con que existan desigualdades en la forma de operar, eso sí nos incomoda”, informa.
El empresario asegura que existen otros lugares, como en la Ciudad de México, donde la operación de Airbnb ya está regulada, por lo que también pagan sus respectivos impuestos para poder ofrecer el servicio de hospedaje.
Gustavo Rosales destaca que los hoteles tienen muchas ventajas competitivas a comparación de Airbnb, como lo son seguridad, comodidad, limpieza y seguros para los clientes en caso de accidentes, lo que los convierte en una mejor opción, dejando a un lado el tema del precio.
“Nosotros tenemos muchas cosas que nos hacen diferentes y nos dan un plus con la competencia. Por ejemplo, le damos seguridad, limpieza y mucha comodidad que hará que tengan una mejor estancia“, concluye.
Jóvenes prefieren Airbnb por su precio, flexibilidad y privacidad
Para entender de fondo el motivo que le ha permitido a Airbnb desplazar a los hoteles de la industria del hospedaje, El Sol de Puebla se dio a la tarea de entrevistar a una serie de jóvenes a fin de conocer por qué prefieren usar la plataforma.
Resaltan tres principales factores, que son el precio, flexibilidad en cuanto a horarios y reglamento, así como la privacidad que pueden recibir durante su estancia.
Andrea Navarro Nava destaca que ha ocupado esta forma de hospedaje durante sus viajes a Guerrero, Chiapas, Guanajuato y Oaxaca, principalmente por el tema del precio, pues en un Airbnb ha pagado como máximo 700 pesos la noche, mientras que en un hotel los costos ascendían hasta mil 500 pesos.
“La realidad es que yo prefiero hospedarme de esta manera porque me resulta mucho más barato que irme a un hotel. Así gasto menos en el alquiler y puedo destinar un poco más de dinero para otras cosas, como recuerdos, comida o servicios turísticos”, declara.
Por su parte, Arturo Pérez Hernández da a conocer que él prefiere los Airbnb porque son más flexibles en cuanto a sus horarios de entrada y salida, así como en el reglamento interno.
“Mira, en un hotel son más estrictos para la entrada y salida, es decir, tienen un horario más riguroso que en lo personal no me gusta, esto le da un punto a su favor a los Airbnb, pues con ellos podemos llegar a la hora que sea y no hay problema (…) Por otra parte, los hoteles tienen un reglamento muy severo que tampoco es de mi agrado, mientras que en Airbnb podemos salir, entrar o divertirnos sin ningún tipo de multa. Esto es lo que buscamos los jóvenes, libertad con responsabilidad y no tantas reglas, y menos en un viaje”, detalla.
Mientras tanto, Brenda Cortés dice que ella renta casas o departamentos a través de la plataforma por el tema de la privacidad, ya que eso la hace sentirse como en casa durante sus viajes.
“Definitivamente yo prefiero Airbnb porque me da mucha privacidad en un mismo espacio, mientras que en los hoteles tenemos que estar aguantando a huéspedes que no conocemos. Además, al tratarse de casas o departamentos, también tenemos nuestra propia cocina, baño, estacionamiento o zona de lavado, lo que me hace sentir como si estuviera en mi propia casa”, finaliza.