Once y contando. En pleno vuelo las Águilas entrarán a la Liguilla tras conquistar la cima general luego del undécimo triunfo seguido de la temporada ante un Puebla inocente, impreciso o por momentos atenazado y derrotado 2 por 1 en el estadio Cuauhtémoc.
Tal vez la racha del conjunto de Coapa causó estragos en La Franja de Larcamón, pues ésta apenas si cruzó en el primer tiempo la línea del mediocampo y cuando lo hizo terminó sin llegar a balones claros o equivocándose en el sector donde se definen los partidos.
Mientras a las Águilas les bastaba con par de aleteos de Roger Martínez en el primer tiempo y Fidalgo en la agonía del duelo para conquistar otra vez el Cuauhtémoc, donde siguen como en casa desde hace cuatro años.
El delantero sudamericano se inventó un disparo donde nadie imaginó y acabó regalando un golazo. Y es que con poco ángulo acabó lanzando desde uno de los vórtices del área blanquiazul un “globito”, más bien una bomba de tiempo que impactó en la red para detonar el dos veces mundialista.
¿Dónde estaba la zaga o el arquero cuando el disparo de Roger? Como el “chinito”, “milando”porque les faltó lo que le sobró a Roger… malicia para ir a presionar al delantero, pues cuando se decidieron ya el 0-1 había subido al marcador.
América sacó el pie del acelerador, aunque en realidad nunca lo pisó hasta el fondo, pues a esas alturas el obligado a correr riesgos se llamaba Puebla porque se jugaba el ser local en la Repesca.
El blanquiazul se animó y buscó con trazos largos como uno de Cortizo a Barragán, quien sorprendido por el pase acabó por perder la vertical y recomponiendo la figura contra porque le caían encima. Sí, al final Barragán alcanzó a armarse para disparar, pero se necesitaba más para batir a Ochoa.
Más tarde Araújo fue solo contra el mundo a falta de asociación en el bando blanquiazul. El uruguayo desbordó por izquierda, pero se le acabó el campo tras llegar a línea de fondo y optó por un buscapiés cortado por la defensa del América.
Ya había jugado Puebla y ahora le tocaba a las Águilas, quienes con poco generaban peligro o al menos daban la sensación con “Cabecita” y Martin saboreándose las contras.
Luego, en el complemento, América se defendió con la posesión y también mezcló cediendo el protagonismo como avisando está listo para cualquier escenario en la fiesta grande.
Justo así, desdoblando tras armarse bien atrás, Henry la tuvo para plantar cara en la carrera por el título de goleo. Pero Silva, ahora sí atento, le quitó la posibilidad.
Ambos técnicos le movieron con el arsenal a su alcance: Larcamón dio paso a Iván Moreno en lugar de Emilio Martinez para tratar de provocar ventaja numérica en el mediocampo; “El Tano” se animó con Diego Valdés en lugar de Roger.
Aunque fue Puebla quien la presumió tras un desborde de Araújo. El charrúa acabó arrancando los gritos cuando parecía superaba a Ochoa en el mano a mano, pero a su disparo le faltó tiza.
Puebla tras ponerse serio obligó al “Tano”’a cuidar el liderato con Jonathan Dos Santos por Richard Sánchez y Brian Rodríguez por “El Cabecita”. Más sigilo, menos talento; aunque en realidad los cambios obedecían a repartir los minutos para llegar con todos embalados a la fase final del futbol mexicano.
De ultimas Puebla la embocaba, pero Cortizo le puso mucho y se perdió la posibilidad.
Pero quien perdona y pierde. Las Águilas remacharon con Fidalgo marcando sobre la hora y Puebla alcanzó a descontar en la compensación por conducto de Israel Reyes para ponerle drama al asunto; aunque el tiempo no alcanzó.
América sigue encumbrado en el torneo y presume la ventaja de cerrar todas las series de la Liguilla en el estadio Azteca. Puebla deberá de esperar cómo termina en la siembra para saber cómo, cuándo y dónde jugará la Repesca, donde nunca ha caído desde la resurrección de la reclasificación.