Recientemente un exjugador de beisbol profesional que fungía como entrenador, llamó la atención de redes sociales, pues al parecer decidió cambiar el deporte por los hábitos, ya que fue ordenado sacerdote católico y esta es su historia.
Su nombre es Luke Prihoda, un deportista de 38 años de edad, que jugó para equipos muy conocidos como Texas AirHogs y Edinburg Coyotes, además de que también trabajó como entrenador de beisbol, antes de entrar en el seminario.
Fue el pasado 13 de mayo cuando el exjugador de béisbol profesional se ordenó como sacerdote por la Diócesis de Victoria en Texas, un evento que tuvo lugar en la Catedral de Nuestra Señora de la Victoria y que estuvo presidida por el obispo Brendon J Cahill mientras el diácono Ryan David Kapavik fungió como testigo del especial acto.
“Dios tenía reservado para mí algo más”: Exbeisbolista
Una vez que el exjugador de beisbol profesional, y ahora P. Prihoda recibió los hábitos, fue asignado a la iglesia Santa Rosa Lima en Shulemburg y celebró su primera Misa en la iglesia San Miguel Arcángel, en Weimar, la ciudad donde había nacido en 1984.
Por medio de una declaración concedida a la Diócesis de Victoria, el presbítero contó que nació “dentro de una familia amorosa”, donde su “fe era importante”, pero sobre todo, donde sus padres lo impulsaron a seguir su “pasión por el béisbol”.
“Dios me dotó de muchos talentos como lanzador. Fui extremadamente bendecido por el apoyo de mis padres en mi carrera escolar y en el béisbol. Pude jugar cuatro años de béisbol universitario y de ligas menores. Después de jugar, fui entrenador durante dos años”, recordó.
En este sentido, el deportista aseguró que el beisbol le ofreció la oportunidad de recibir una licenciatura y una maestría, sin embargo, fue durante su tiempo como entrenador que Luke discernió la voluntad de Dios y tomó la decisión de seguir el camino del sacerdocio.
“Mientras era entrenador, comencé a reorganizar mis prioridades y busqué profundizar mi comprensión de la fe católica después de asistir a algunos retiros. Empecé a darme cuenta de que Dios tenía reservado para mí algo más que tratar de impartir sabiduría a 35 jugadores cada temporada”, detalló.
Fue así como Prihoda decidió entregar a Dios todo su éxito, pues según lo que menciona, descubrió su fe y el llamado al sacerdocio: “Fue cuando entregué mis éxitos por su fidelidad, que realmente me di cuenta de que estaba siendo llamado a trabajar con nuestro Señor en la viña”, dijo.
Finalmente, el ex jugador de beisbol profesional y ahora presbítero recordó con alegría que los últimos cuatro años en el Seminario St. Mary le ofrecieron “una gran cantidad de oportunidades para crecer en la fe y en el amor a Dios y a su creación”, concretó.
