Los cineastas Laura Woldenberg y Carlos Pérez Osorio consideran que el documental es un género que abre la puerta a otras maneras de pensar, y celebran que las plataformas de streaming permitan que estás producciones lleguen a una gran cantidad de espectadores.
Al haber trabajado previamente en piezas que hablan sobre casos criminales, y colaborado en “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, ambos se han percatado de la importancia de estos proyectos como herramientas para dar voz a las víctimas.
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“El documental en Latinoamérica se ha convertido en una herramienta para denunciar. Justamente ahora que el alcance de las plataformas es tan grande, poner un documental de estos hace que resuene en la gente”, declara Laura en entrevista con El Sol de México.
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La productora agregó que también hay mayor aceptación por parte del público, y esto impacta positivamente la labor periodística. “Es diferente a cómo era antes cuando era un género de nicho o no tenía está distribución tan masiva. En un país con tanta impunidad se ha vuelto una herramienta para que el propio periodismo tenga una salida en el formato documental”.
Ambos coinciden en que es fácil generar empatía al conocer de cerca el punto de vista de los afectados, y con esa intención en mente vuelven a unir fuerzas para un largometraje titulado “La oscuridad de la luz del mundo”, donde dan voz a las víctimas de abuso dentro de la iglesia fundada por Eusebio Joaquín González en 1926.
A través de testimonios de las denunciantes de Joaquín Nasson, nieto del fundador y actualmente preso en Estados Unidos por abuso infantil, ex miembros de la congregación y fieles que aún pertenecen a sus filas, relatan el sufrimiento que vivieron.
“Tienen una comunidad muy solidaria y hay una hermandad fuerte. Por eso existe el miedo a perder todo eso, con los testimonios escuchamos historias de infancias felices, y de gente que extraña la “Hermosa provincia” (colonia en Guadalajara dónde habitan los miembros) como una comunidad”, explicó Carlos.
Los realizadores comentaron que contactaron a las denunciantes por medio de sus publicaciones en foros de redes sociales, y antes de colocarlas frente a las cámaras, se dieron a la tarea de hablar con ellas para ganarse su confianza.
El mayor acercamiento se dio después de la sentencia de Nasson en junio de 2022. “En ese momento estaban un poco más abiertas a hablar, fuimos acercándonos y planteamos lo que queríamos hacer. Primero con su abogada, y de poquito fuimos hablando con ellas (las víctimas), para entender un poco más su historia. Sólo sabíamos lo que veíamos en las denuncias y en los medios, pero un contacto directo nadie había tenido”, dijo Carlos.
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Laura subrayó que se adentraron en la iglesia y en la comunidad, siendo la única producción sobre “La luz del mundo” que ha tenido este acercamiento de primera mano. Además de evitar cualquier tipo de riesgo para ellos o su equipo, esto les permitió entender a los fieles como miembros de una comunidad ajena a los abusos cometidos.
“Ya teníamos una relación con la iglesia, la entendimos desde adentro, lo que nos importaba en el documental era distinguir y respetar su fe, de los crímenes cometidos. La gente que vive en la Hermosa provincia son como cualquier persona, los crímenes se cometen dentro de una cúpula a puerta cerrada, y eso es lo que nos interesaba denunciar”, finalizó.
“La oscuridad de la luz del mundo” se estrena este jueves 28 de septiembre en la plataforma Netflix.