Las piñatas no solo son un mero adorno navideño o parte de la celebración de las fiestas decembrinas, sino que su realización es una de las principales fuentes de empleo de los habitantes del municipio de Cuapiaxtla de Madero, quienes desde hace décadas se dedican a esta actividad.
Araceli Rosales dueña del negocio “Piñatas Estrella” y productora desde hace 25 años en esta demarcación, explicó que para este 2022 realizó un aproximado de 3 mil 500 piezas, con lo que se espera una derrama económica de más de 150 mil pesos.
Los trabajos nunca paran, pues una vez que acaba diciembre en enero se inicia con la elaboración de las bases de las piñatas, los conos y posteriormente el decorado. El tiempo de cada uno de los productos depende del tamaño o el pedido.
Se trata de una economía local, aunque también llegan clientes de estados Veracruz, Oaxaca, Tlaxcala, entre otros.
Araceli relató a El Sol de Puebla que la pandemia fue una problemática que desencadenó la merma de sus productos, no obstante, para este año se pudo levantar la venta y con ello la esperanza de que las piñatas puedan llegar a los hogares de los mexicanos.
“Una piñata es la esperanza de que va a llegar la navidad, los niños van a quebrarla y va a ser parte de sus festividades. En estas fechas son muy importantes para las familias y qué mejor de que en los hogares se conviva con una piñata”, opinó.
Agregó que si bien los precios de los materiales aumentaron, los costos de las piñatas se mantienen en 35, 50 y 400 pesos, esto con base en el tamaño, diseño de las mismas y si es por mayoreo o menudeo.
También destacó que buscan innovar en la fabricación de las mismas, pues es necesario actualizarse conforme el mercado. Mencionó que en fechas pasadas ella vendió piñatas plegables, pero por cuestiones personales tuvo que frenarlas. Aun con esto persistió en las figuras tradicionales y alguno que otro diseño con lo que se mantiene a flote su negocio.
