El exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, encara este viernes una nueva audiencia ante la Fiscalía General de la República (FGR) en la que ambas partes buscarán llegar a un acuerdo reparatorio en el caso Agronitrogenados, de lo contrario el exfuncionario federal podría ir a juicio.
Lozoya Austin es acusado por el delito de lavado de dinero en la compra a sobreprecio de la planta de fertilizantes Agronitrogenados, perteneciente al empresario Alonso Ancira, quien después de ser detenido en 2019 en España llegó a un acuerdo con Pemex y hoy se encuentra en libertad.
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Dicha compra, asegura la FGR, habría sido acordada por Emilio Lozoya y Ancira luego de que el dueño de Altos Hornos de México ofreciera un soborno de unos 3.5 millones de dólares al que entonces era el jefe de campaña de Enrique Peña Nieto en la carrera presidencial de 2012.
Sobre estos delitos, el exdirector de Pemex anteriormente ofreció una reparación del daño a la empresa productora del Estado por 10.7 millones de dólares, acuerdo que a inicios de año parecía estar cerrado, pero luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la cifra el trato se cayó.
A raíz de ello, ambas partes solicitaron a una jueza federal adscrita al Centro de Justicia Federal del Reclusorio Norte aplazar de manera indefinida la audiencia ante la posibilidad de llegar a un nuevo acuerdo que evite que Lozoya Austin inicie un juicio, instancia que cierra la posibilidad de otra negociación y que eventualmente puede concluir en su encarcelamiento.
De tal manera, la jueza programó el careo con la FGR por el caso Agronitrogenados a las 10 de la mañana de este 4 de noviembre. También agendó para el próximo lunes una segunda audiencia, pero por lo correspondiente al caso Odebrecht, que es el que lo tiene apresado desde 2021.
Una de las condiciones que planteó la Fiscalía para considerar brindar el criterio de oportunidad como testigo protegido a Lozoya es que además de comprometerse a reparar el daño, otorgue información de los legisladores que habrían aceptado sobornos para aprobar la reforma energética del entonces presidente Peña Nieto en 2013.
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Lo anterior no solo le daría su libertad definitiva, sino también buscaría que se retiren las acusaciones contra su madre, Gilda Austin, y su hermana Gilda Susana, a quien hace dos semanas se le dejó sin efecto un amparo contra su detención.
