Representantes de la iniciativa privada en el estado de Puebla dijeron estar en contra de la reforma federal que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.
Lo anterior, debido a que consideraron que no todas las empresas ni sectores tienen las condiciones para aplicar esta forma de trabajo, por lo que se pondría en riesgo a las compañías y sus fuentes de empleo.
Desde su punto de vista, Héctor Alberto Sánchez Morales, presidente local del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dijo que la reducción de las horas de trabajo debe irse dando de forma paulatina y de acuerdo al tipo de actividad, pues no es lo mismo un negocio comercial a una industria.
Por ello, dijo que antes de lanzar la propuesta, se tuvo que haber consultado con los empleadores, pues de esta manera se hubiera creado una iniciativa más acertada.
“Esta medida pone en riesgo a muchas empresas, principalmente aquellas pequeñas que tienen poco personal, ya que sus costos de operación van a incrementar demasiado”, indicó.
Este comentario, fue respaldado por Rubén Furlong Martínez, presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), pues refirió que hay muchos sectores productivos que están diseñados para trabajar 8 horas al día y seis días a la semana, por lo que no es posible que tengan un ajuste en su operatividad.
“Se me viene a la mente en este momento el sector restaurantero, el cual no puede trabajar únicamente 8 horas al día, pues su modelo de negocio necesita más tiempo de operación (…) Esto es un claro ejemplo de que no todas las actividades pueden aplicar esta reducción laboral, y si lo hacen, se ponen en riesgo las empresas y los empleos, lo cual tampoco es la intención ni el camino a seguir”, declaró.
Por su parte, Gustavo Vargas Constantini, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), indicó que la iniciativa privada siempre estará a favor de que los trabajadores tengan mejores condiciones laborales y de vida, sin embargo, debe haber un equilibrio con la estabilidad de las empresas.
“No nos oponemos a que los trabajadores ganen más y trabajen menos, siempre y cuando, exista una estabilidad para ellos y nosotros como empresarios (…) Creemos que la reducción en la jornada laboral es un paso importante, pero las autoridades deben entender que no todo se puede hacer cuando ellos quieran, pues debe ser algo consensuado y paulatino”, manifestó.
Ante este comentario, el líder de los constructores, abrió los canales de comunicación con las autoridades federales para dialogar y crear una nueva propuesta conjunta que beneficie a todos.
Se espera que el próximo martes 21 de noviembre la Cámara de Diputados finalmente tome una decisión sobre aceptar o rechazar esta reforma, la cual ha tenido meses de retrasos en su discusión.