En Punto – El Sol de Puebla

El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina respondió con una expresión elocuente a la provocación hecha un día antes por el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, en el marco de un informe de labores que en realidad sirvió de destape preelectoral.

“Uy qué mello”, como diría el fallecido cantante Chico Che, fue lo que expresó este lunes el mandatario estatal en contestación a aquellas palabras del alcalde que aseguraban que su eventual postulación como candidato a gobernador hará temblar a sus rivales del partido en el poder.

Así fue como un gobernador emanado de Morena y máximo representante de este partido en la entidad acusó de recibido el mensaje de un virtual contendiente opositor, representante, a su vez, del PAN y de sus institutos políticos aliados.

Medio en broma, medio en serio, Céspedes Peregrina le comunicó que en Morena no le tienen miedo y que, independientemente de quien sea candidato a gobernador o gobernadora en estas filas, están listos para la contienda electoral que se avecina.

Luego matizó con otras palabras:

Dijo ser respetuoso de las aspiraciones del alcalde, pero remarcó que los políticos que aspiran a contender por un cargo de elección popular deben separar el camino político del gubernamental.

Como sea, la contestación estaba dada, en lo que asoma como el preámbulo a la guerra política que habrá de librarse en los meses por venir y que verá su fin el domingo 2 de junio de 2024, con la ida de los electores poblanos a las urnas.

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Un día después del informe-destape, Rivera Pérez siguió metido en la dinámica de aspirante del PAN al gobierno del estado, como reflejan las palabras vertidas a los representantes de los medios de comunicación, quienes ahora sí tuvieron la oportunidad de plantear cuestionamientos en torno al futuro inmediato.

“Con quien quieran quiero, cuando quieran, como quieran y donde quieran”, manifestó después de que los reporteros le preguntaron con quién de los siete aspirantes de Morena preferiría competir.

Contestó lo que tenía que contestar.

En primera, porque no está en sus posibilidades elegir rival, y en segunda, porque en caso de haber pronunciado algún nombre habría evidenciado una especie de temor que no se puede dar el lujo de mostrar.

Lo interesante vino después, cuando le cuestionaron si renunciará al ayuntamiento de forma inmediata para dedicarse de lleno al trabajo político.

Su respuesta fue que no, escudándose en aquello de que lo hará hasta que el Frente Opositor emita la convocatoria y se definan las reglas de participación para escoger al candidato.

También hizo bien.

Incluso pasó a raspar otra vez a sus oponentes del partido oficial.

“Yo sí respeto la ley”, soltó, en clara alusión a los morenistas, que emprendieron su proceso de selección al margen del calendario electoral para burlar todas las restricciones que este establece.

La lucha apenas empieza.

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Claudia Sheinbaum Pardo y Mario Delgado Carrillo se reunieron el lunes con los aspirantes de Morena de las ocho entidades del país y de la Ciudad de México que pretenden competir en los comicios de gobernador del próximo año para informarles cómo será el proceso mediante el que se elegirá a los ganadores que serán dados a conocer el 30 de octubre.

La explicación fue sencilla:

Morena aplicará tres encuestas, dos espejo y una por parte del partido, para elegir a sus candidatos.

Ahí estuvieron los poblanos Ignacio Mier Velazco, Julio Huerta Gómez, Olivia Salomón Vibaldo y Lizeth Sánchez García, así como Alejandro Armenta Mier, Claudia Rivera Vivanco y Rodrigo Abdala Dartigues.

Después de eso, el dirigente nacional y la virtual candidata presidencial convocaron a los contendientes a sellar un pacto de unidad con la intención de que, terminado el proceso, todos se sumen al aspirante ganador, lo que ellos llaman coordinador estatal de los comités de defensa de la 4T.

Habrá que ver si los rostros sonrientes puestos para la foto grupal y la presunta camaradería se mantienen para la noche del 30 de octubre.

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