La exhumación del pasado 17 de octubre del cuerpo de Jorge Ramírez Hernández, desaparecido el 27 de junio de 2019 en Huejotzingo, dio cuenta de la omisión del Estado por la correcta identificación y entrega de los cuerpos hallados en las fosas clandestinas de este municipio hace cuatro años.
Esto acusaron integrantes de la Universidad Iberoamericana Puebla mediante un pronunciamiento, en donde expresaron su acompañamiento y solidaridad a María Juliana Hernández Moreno y Eladio Ramírez Romero, integrantes del Colectivo Voz de los Desaparecidos y padres de Jorge, quienes atravesaron por un doloroso proceso de búsqueda durante cuatro años.
“El caso refleja la realidad de la crisis de identificación forense en todo el país, frente a la cual instamos a que la Fiscalía General del Estado (FGE) cumpla con sus obligaciones en la materia”, insistieron.
En el documento firmado por quienes conforman el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, la Clínica Jurídica Minerva Calderón y el Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática, de la IBERO Puebla acusaron que la destitución de los restos de Jorge a sus padres fue un proceso omiso en el cumplimiento de diversas obligaciones.
Algunas de las obligaciones que el Estado no cumplió y que alargó este y otros procesos más en la entidad son la creación del Banco Estatal de Datos Forenses y el adecuado funcionamiento del Registro Estatal de Fosas y de Personas Fallecidas y no Identificadas.
Asimismo, las autoridades estatales fueron omisas en garantizar la trazabilidad de los procesos forenses de identificación y la debida diligencia de exhumaciones para dichas víctimas, precisaron.
“En principio, a la familia le fue negado verificar el perfil genético de su hijo con el resto de los cuerpos encontrados, argumentando erróneamente que no había correspondencia con la media filiación de Jorge, lo que provocó que su cuerpo fuera enviado a la fosa común”, expusieron.
Por el contrario, la identificación final de Jorge se debió a la segunda confronta genética elaborada por la Fiscalía General de la República, realizada a petición de la familia. El pasado 17 de octubre de 2023 se realizó el proceso de exhumación para restituir el cuerpo de Jorge a su familia, quienes lo despidieron y sepultaron en compañía del Colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla e integrantes de la IBERO Puebla. Esto sucedió dos meses después de la notificación a la familia de Jorge debido a que las autoridades involucradas retrasaron el proceso de entrega y restitución.