Grandes construcciones y suburbios comienzan a dominar varios de los espacios en las ciudades del mundo para cambiar lo que un día era campo en zonas residenciales, pero una familia busca demostrar que son capaces de aguantar cualquier cosa con tal de mantener su patrimonio.
Como si ocurriera en una película de drama, la familia Zammit, originaria de Australia, ha tenido que atestiguar cómo su entorno se transforma y en donde antes había campos, espacios abiertos y mucho para explorar, ahora son casas creadas en serie.
Su propiedad de casi cinco acres es lo único que impide a este impresionante suburbio desarrollarse al máximo y terminar su construcción, después de que los desarrolladores se vieran obligados a construir alrededor de la casa.
Los intentos para sacarlos han sido más que variados e incluso a partir de las ofertas económicas es como los han intentado convencer al rechazar propuestas de hasta 33 millones de dólares estadounidenses.
En cuanto a su hogar se trata de una residencia con forma de castillo con dos pisos y con cinco acres de pasto a su alrededor, un pórtico y un largo camino que conecta a una calle principal.
Familia australiana y su deseo de conservar su casa
De acuerdo a medios locales, la mayoría de los vecinos de la familia Zammit vendieron los bloques de tierra en el 2012, en un momento donde su propiedad estaba valuada en cerca de 4.75 millones de dólares.
La residencia se ubica a 40 minutos de la capital de Sídney cerca de la ciudad de Quakers Hill y ofrece vistas a zonas como las Montañas Azules, por lo que el espacio se convirtió en una tierra ideal para el crecimiento de los desarrollos urbanos.
En redes sociales se han hecho virales los videos de cómo la zona se ha transformado y de pronto lo que parecía una zona de casas lejana comenzó a acercarse hasta que quedaron rodeados de un sinfín de hogares en forma de suburbio que es conocido como The Ponds.
La zona ahora está completamente transformada, debido a que los desarrolladores aprovecharon hasta el último metro para sus construcciones sin invadir la propiedad de los Zammit.
Sus vecinos y una gran parte de la sociedad australiana han elogiado a la familia por su resistencia y el deseo de mantener su hogar pese a todo, a pesar de que han quedado encerrados y solo una calle en su punto más lejano es de las pocas salidas que tienen disponibles.
De acuerdo a las estimaciones de los desarrolladores, la propiedad sería capaz de albergar de 40 a 50 casas y que un solo bloque de 3,200 pies cuadrados podría alcanzar a un valor de hasta un millón de dólares australianos, cerca de 700 mil dólares estadounidenses.
“Estoy feliz de que se hayan negado a vender, significa que tenemos un callejón sin salida, que es mucho más seguro para nuestros hijos, y su gran césped a nuestro lado hace que parezca que tenemos mucho espacio”, comentó un vecino que pertenece al lado de los suburbios sobre la casa.
La familia Zammit solo ha mencionado que recuerdan con cariño lo que en un principio era el terreno que rodeaba a su hogar al haber muchas tierras de cultivo, pequeñas casas y algunas cabañas, las cuales ya se han transformado en residencias en serie con apenas el espacio suficiente para recibir a una familia.