Como un acto de conmemoración a la cocina tradicional poblana, cerca de 40 cocineras y cocineros deleitaron el paladar de miles de personas en el festival “Historias detrás del fogón”, donde la herencia del sazón fue el protagonista.
A sus 81 años de edad, Reynalda Altamirano logró posicionar su cocina como una de las mejores del estado. Como la de ella, existen diversas historias de quienes, gracias a la herencia de sus madres o abuelas, lograron conservar el sabor de los platillos más emblemáticos de Puebla.
“Me da mucho gusto estar aquí y poder compartir mi mole, que está hecho con un chocolate amargo y es único en el mundo, no van a encontrar otro igual”, expresó Reynalda.
En entrevista con esta casa editorial, la cocinera tradicional, proveniente de La Magdalena Yancuitlalpan (comunidad situada en las faldas del volcán Popocatépetl) expuso que la comida es de los elementos más importantes de una ciudad, representan su historia, su cultura y su tradición.
“Este evento para mí significa mucho, porque es como estar con mi madre y abuela al mismo tiempo, pero también con mi hija, quisiera que todos conocieran Puebla y que probaran una de la tantas delicias que tenemos aquí”, presumió.
En este evento participaron cocineras y cocineras de los municipios Tochimilco, Cuetzalan, Puebla, Tlatlauquitepec, San Andrés Cholula, Huauchinango, Chignahuapan, Zacapoaxtla, San Andrés Calpan, Xicotepec de Juarez, entre otros.
Tlayoyos de alberjón, frijol, papa, y chicharrón, huaxmole, molotes, mole, pipián, pelonas, gorditas, y más platillos fueron elaborados en este evento, el cual tuvo sede en el Parque Intermunicipal de San Andrés Cholula.
Al filo de las 11:00 horas se inauguró este evento, encabezado por el presidente municipal de esta demarcación, Edmundo Tlatehui Percino. Al culminar, y con la presencia de invitados, turistas, las cocineras y cocineros bailaron el tradicional baile del guajolote y repartieron yolixpa dulce (bebida tradicional de la Sierra Norte) a todos los asistentes.
