‘La llorona’, el tema utilizado en Día de Muertos que nada tiene que ver con esta fecha – El Sol de Puebla

Con la llegada del Día de Muertos, un tema que suele escucharse con mayor frecuencia de el de “La llorona”, más recientemente con la voz de Ángela Aguilar, pero que se popularizó desde hace varias décadas en la voz de Chavela Vargas, aunque tal es su relevancia que incluso en la cinta de Disney “Coco” fue utilizada para uno de los momentos de mayor relevancia de la película.

Aunque contrario a lo que se pudiera pensar que esta melodía se encuentra basada en la leyenda del mismo nombre, esto no es así e incluso nada tiene que ver con las Fiestas de Muertos, pues incluso data de años atrás, abordando una historia de amor y dolor, específicamente en tiempos de la Revolución Mexicana, pero incluso se piensa que data desde la Época Prehispánica.

¿Cómo surgió la canción “La llorona”?

Si bien hasta nuestros días el autor de la obra es anónimo, se sabe que “La Llorona” es una canción que fue escrita en la comunidad zapoteca del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca y se encuentra basada en la historia de un joven de este lugar que acudió a una fiesta en la comunidad vecina de Juchitán, donde conoció a una hermosa chica que se encontraba saliendo de la iglesia.

Pero algo que más llamó su atención es que portaba el famoso traje regional istmeño de nombre huipil, por lo que tiempo después comenzó a esforzarse por conquistar a la chica hasta que logró conseguir la aprobación de sus padres para casarse con ella, sin embargo, el movimiento revolucionario de México comenzó a entrar en suelo oaxaqueño, específicamente entre 1911 y 1912.

Debido a este movimiento armado, el joven tuvo que irse a la batalla, no sin antes pronunciarle a a su amada la frase: “Recuerdo el día que fuimos al río y las flores del campo parecían llorar, contigo las nubes de mi cielo no son nada, incluso el sol compite con tu sonrisa. La guerra me está llamando porque la paz de nuestro país ha sido robada. Volveré a ti y por nuestra futura familia, nunca dejaré de amarte, en esta vida y en la muerte”.

Pero como no hay plazo que no se cumpla ni tiempo que no se llegue, el día en el joven tenía que partir llegó, por lo que cuando este se despedía, los ojos de la joven se cubrieron en llanto y los suspiros de dolor se apoderaban de ella ante el miedo de no volverlo a ver, por lo que el combatiente la tomó de las manos, limpió las lágrimas de sus mejillas y decidió llamarla “llorona”.

Entre besos, este prometió que volvería por ella de la vida y la muerte, mientras que ella juró esperarlo sin importar nada, sin embargo, el hombre nunca regresó y fue un amigo de la pareja que regresó para avisar que el enamorado había sido alcanzado por las balas y había sido imposible salvarlo, pero mientras agonizaba pidió que le dijeran a su esposa que siempre la amaría y que lo perdonara, además de entregarle una última carta que le escribió.

Fue justo en las líneas de esa misiva que la joven amada pudo leer:

Salías del templo un día llorona cuando al pasar yo te vi,

hermoso huipil llevabas llorona que la Virgen te creí,

en el cielo nace el sol mi llorona y en el mar nace la luna y en mi corazón nace llorona

quererte como ninguna.

Aunque me cueste la vida llorona,

no dejaré de quererte.

Ay de mí llorona,

llorona tú eres mi xunca,

me pedirán dejar de quererte llorona,

Pero de quererte nunca,

no creas que te canto llorona,

tengo el corazón alegre,

también de dolor se canta llorona,

cuando llorar no se puede,

no llores prenda querida,

te esperaré en el horizonte cada madrugada.

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