Diversas piezas dentales como muelas y otros, así como cientos de segmentos óseos fueron encontrados alrededor de un horno crematorio clandestino, que presuntamente era utilizado por delincuentes para deshacer cuerpos humanos en San Pedro Tlaquepaque, Jalisco.
El colectivo Madres Buscadoras de Jalisco realizó una transmisión de Facebook en su página oficial, en la que Indira Navarro, líder de ese grupo, describió la escena como un cementerio.
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“Acabamos de encontrar hace rato un crematorio lamentablemente es infinidad de restos humanos calcinados. Prácticamente es un cementerio, no nos imaginamos la magnitud de cuántos cuerpos pudieran haber sido quemados aquí, ya que por todas partes hay huesos calcinados. Sabemos que son de cuerpos humanos por la porosidad y el conocimiento que tenemos”.
En la denuncia anónima les mencionaron que cuando el horno se enciende en el día, significa que en la noche se efectuarían incineraciones.
“Todavía está encendido, este es el horno que le llaman, crematorio. Todas esas manchitas blancas que ven, son pedazos de huesos. Lo dejan prendido por días. Nos dijeron que hace dos días habían encendido”, manifestó.
En agosto pasado la Fiscalía Estatal ya había encontrado una ladrillera en Lagos de Moreno, la cual también era usada para desintegrar cuerpos por parte del crimen organizado.
La agrupación recibió reportes en los que se mencionaba que dos días atrás habían prendido el horno creado en la parte baja de un montículo de tierra, cerca de la calle Sauce y vía Manzanillo en la mencionada colonia.
Cuando llegaron al sitio, el horno aún estaba encendido y salía humo. En las inmediaciones del lugar fue que encontraron cientos de segmentos de huesos humanos.
El 20 de agosto la Fiscalía Estatal confirmó lo que era un secreto a voces, que la delincuencia organizada usaba ladrilleras para incinerar personas. Ese horno fue encontrado en la colonia La Orilla del Agua, durante los trabajos de búsqueda de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno.
En aquel momento se encontraron machetes, así como otros implementos para realizar esa macabra acción. Al explorar el terreno en el que había huesos, se determinó que correspondían a por lo menos dos personas.
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Por ese hallazgo de la ladrillera, fueron detenidos cinco hombres, quienes tenían funciones específicas dentro de la célula delictiva encargada de desintegrar cuerpos.
Publicado originalmente en El Occidental
