Multihomicidio en San Miguel Canoa: ‘Los González’, detrás de la balacera – El Sol de Puebla

Siete hombres muertos y un herido es el saldo del ataque directo de un grupo armado contra un punto de consumo y venta de droga mejor conocido como “picadero”, ubicado en la junta auxiliar de San Miguel Canoa, la tarde de este lunes, dieron a conocer fuentes policiacas.

El grupo armado escapó en tres camionetas, una de color blanco y dos negras equipadas con luces similares a las utilizadas por corporaciones de seguridad federal.

De acuerdo a pobladores que se encontraban cerca de la zona donde ocurrió el multihomicidio, ubicada a unas cuatro calles de la presidencia auxiliar, rodeando la parroquia de San Miguel Arcángel, cerca de las 14:00 horas se escucharon múltiples detonaciones de arma de fuego e instantes después vieron que salían de la calle lateral de la iglesia, las camionetas doble cabina a toda velocidad hacia la Avenida Principal con sentido a la autopista Puebla-Orizaba.

Las fuentes policiales agregaron que los vehículos tomaron la mencionada carretera de cuota y escaparon con sentido a Veracruz.

El sitio fue embalado con casquillos de fusil AK-47

En el sitio trascendió que los agresores se habrían identificado como integrantes de la banda delictiva conocida como “Los González”; al parecer, actuaron en venganza por las recientes ejecuciones perpetradas en el municipio de Amozoc de Mota, zona que ellos controlan operando con diversos delitos desde el robo a transporte con mercancía, narcomenudeo, y robo de hidrocarburo.

En el sitio se apersonaron agentes de la Fiscalía General del Estado, de la Coordinación General Especializada en la Investigación de Homicidios, para realizar las diligencias de levantamiento de los cadáveres.


Las fuentes dieron a conocer que cuatro cuerpos quedaron dentro de una vivienda que, de acuerdo a pobladores, funcionaba como “picadero”, es decir donde, se vende droga y además se permite a los adictos a consumir los enervantes en el sitio.

Los ahora occisos estaban dentro del inmueble, cuando de momento llegaron sujetos que portaban armas largas, pues en el sitio fueron embalados puros casquillos de fusil AK-47, mejor conocido como cuernos de chivo.

Los sujetos, al ingresar al domicilio, les dispararon prácticamente a quemarropa. Acto seguido, los agresores escaparon en las mencionadas camionetas.

Según testigos, parecían tipo policial, pues llevaban luces como las utilizadas por la Guardia Nacional y salieron sorteando algunos puestos y decenas de comerciantes y clientes que asistieron al día de tianguis, pero además, calles adelante a estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato que a esa hora acaban de salir de sus escuelas y caminaban en la orilla de la carretera rumbo a sus domicilios.

Los otros dos cuerpos quedaron afuera, entre la maleza, pues aparentemente intentaron escapar, pero fueron alcanzados por las balas.

Tras los múltiples disparos, vecinos llamaron al 9-1-1 y pidieron auxilio, por lo que al lugar se movilizaron los cuerpos de emergencia.

Poco después llegaron policías municipales y estatales, además de paramédicos tanto del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) como de Protección Civil Municipal, quienes en una breve inspección del lugar, confirmaron que había seis personas asesinadas a balazos y dos más estaban heridas de bala; una de ellas grave, por lo que estos últimos recibieron los primeros auxilios y los trasladaron a un centro hospitalario.

Al cierre de esta edición, fuentes policiales revelaron que el hombre trasladado grave también perdió la vida por las múltiples heridas de bala que recibió en su cuerpo, pese al esfuerzo de los médicos del hospital de Traumatología y Ortopedia del Sector Salud donde era atendido.

El perímetro poco después quedó resguardado por policías municipales, estatales, además de militares y de la Guardia Nacional (GN).

El perímetro donde ocurrió la masacre quedó resguardado por policías municipales, estatales, además de militares y de la Guardia Nacional (GN).

Tres víctimas son originarias de Canoa

Más tarde llegaron peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado, de la Coordinación General Especializada en la Investigación de Homicidios, para encargarse de las diligencias del levantamiento de los cadáveres.

Cabe señalar que las autoridades ministeriales permitieron más tarde el acceso de algunas personas, quienes se supo identificaron plenamente a tres de las víctimas como sus familiares y habitantes de Canoa, cuyas edades oscilan de entre 25 y 35 años de edad; incluso, una mujer se desmayó al momento de ver a su pariente sin vida, por lo que también tuvo que ser atendida poco después.

Los otros tres cadáveres quedaron sin identificar, pues aseguraron los deudos que, al menos no serían de Canoa.

PICADERO DE LA MUERTE

Fuentes ciudadanas, de manera anónima, revelaron a El Sol de Puebla, que desde la una de la madrugada del lunes se escucharon dos balaceras.

Después se enteraron que habían sido en la Décima y Novena Sección, cuando sujetos fuertemente armados andaban persiguiendo a repartidores de drogas.


Las víctimas corrieron a refugiarse al “picadero” conocido por la mayoría de habitantes de Canoa.

Piensan que al enterarse dónde estaban ocultos, los agresores regresaron por la tarde para asesinarlos.

Los declarantes revelaron que en ese mismo “picadero” hace algunos años mataron al líder narcomenudista, pero se quedó al frente su padre, quien sería uno de los ejecutados este lunes.

Aunque casi todo el pueblo sabía de la venta y consumo de drogas en ese punto ubicado a un lado de la calle Jardín y a unos 200 metros de la iglesia de San Miguel Arcángel, nadie se atrevía a denunciarlo a las autoridades, pues incluso, agregaron, el sacerdote de la parroquia y el presidente auxiliar estaban amenazados de muerte si hablaban al respecto.

Se espera que alguna autoridad de manera oficial emita alguna postura sobre el multihomicidio y abunden mayores detalles.

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