Mediante un comunicado, el Gobierno del Estado de Puebla reafirmó su disposición de escuchar y atender las demandas de las estudiantes de la Escuela Normal Rural “Carmen Serdán” de Teteles, quienes se manifestaron nuevamente el pasado 7 de octubre afuera de Casa Aguayo.
Subrayó que desde el inicio de la actual administración se asumió el compromiso de destinar recursos al plantel para la construcción, mantenimiento y rehabilitación de sus instalaciones, con el fin de dotar a las normalistas de espacios dignos e insumos suficientes para toda la comunidad estudiantil y no para un grupo en particular.
No obstante, lamentó que pese a estas intervenciones y al llamado de conciliación y diálogo que el gobierno ha realizado con las manifestantes, este grupo continúe realizando prácticas de manipulación, amenazas y agresiones en contra del resto de las normalistas que se niegan a participar en sus protestas, violentando sus derechos a la educación.
“Las integrantes del Consejo Estudiantil han recurrido a represalias en contra de aquellas estudiantes que deciden no ser parte de las protestas (…) la toma de las instalaciones de la Normal viola el derecho a la educación”, sostuvo.
Como prueba de ello, el documento recopiló una serie de fotografías y capturas de pantalla que respaldan un total de 44 irregularidades ocurridas al interior de la institución, las cuales fueron compiladas y denunciadas por parte de las mismas estudiantes.
Entre las principales acusaciones resalta la exigencia de mil 900 pesos que el Consejo Estudiantil realiza a las estudiantes de nuevo ingreso por concepto de uniformes y mantenimiento de autobuses, entregándoles a cambio recibos de pago apócrifos.
“De igual forma, son llevadas al sector agropecuario a realizar faenas excesivas en condiciones de sol y lluvia, sin permitirles tomar agua, portar gorras o sombreros. Esto ha ocasionado que algunas alumnas han tenido lesiones en pies, se han convulsionado o bajan su rendimiento, llevándolas a quedar dormidas durante clases”, resaltó.
Aunado a ello, el documento reveló que el Consejo proporciona (a quienes rechazan sus manifestaciones) alimentos en mal estado, o bien, un menú que consiste en un cuarto de vaso de agua con sal, una pequeña porción de arroz o frijol y una tortilla, razón por la cual estas alumnas se enferman constantemente.
“Las integrantes del Consejo arrojan a las alumnas a una fosa de lodo donde están obligadas a permanecer entre 30 y 40 minutos, la cual contiene restos de vidrio y estiércol de cerdo y pollo; al salir les dan 10 minutos en la regadera, de lo contrario son sacadas a gritos”, precisó.
Por el contrario, aseguró que las consejeras brindan dormitorios especiales con pantallas, caminadoras eléctricas y antenas de internet exclusivo a las estudiantes que sí participan o apoyan sus movilizaciones.
“Otras obligaciones son las de acudir a marchas, pagar cuotas económicas, vender boletos y organizar eventos de aniversario, bailes, discos, jaripeos y preposadas; las sanciones contra las estudiantes que no participen y financien lo anterior son: ser sacadas de sus dormitorios en la madrugada, ser hacinadas con alumnas de primer año o de otras licenciaturas, privarles de su locker, kits, comedor o ser sacadas del internado por la madrugada”, señaló.
Cabe señalar que, tal como lo dio a conocer esta casa editorial hace cuatro meses, dicho documento confirmó que las alumnas que no participaron en la marcha del pasado 4 de junio de este año fueron agredidas por integrantes del Consejo Estudiantil la noche del 5 de junio, situación de la cual también adjuntaron pruebas fotográficas.
Con palos de escoba y pintura arribaron las opositoras a los dormitorios de las normalistas, a quienes agredieron física y verbalmente. El hecho se dio a conocer mediante grabaciones que las víctimas difundieron a través de redes sociales.
“A diferencia del actuar de las integrantes de pasados Consejos, el actual se ha caracterizado por la escalada de agresiones y faltas de respeto a directivos y personal de la escuela. (…) han amenazado al cuerpo directivo asegurando que ‘si Teteles fuese una Normal de hombres, ya habrían sacado o quemado las aulas’. Asimismo, ‘que no hiciéramos de Teteles un Ayotzinapa’ y que no se convierta ‘un pequeño problema en un pleito de Estado’”, finalizó el comunicado.