La eventual peatonalización de la calle 16 de Septiembre, en el centro histórico de la ciudad de Puebla, hará que las personas que caminan y utilizan vehículos no motorizados tengan condiciones más equitativas en cuanto al uso del espacio público. Del mismo modo, si el programa se emplea correctamente, el flujo vehicular en la zona se hará más eficiente, señaló el arquitecto y maestro en Ordenamiento del Territorio por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Zeus Rodrigo Moreno Cortés.
En entrevista con esta casa editorial, el también académico de la Universidad Iberoamericana Puebla compartió que la intención del ayuntamiento de Puebla, de convertir la calle 16 de Septiembre, desde la calle 7 Oriente hasta la avenida Reforma, en una vialidad peatonal exclusivamente, es un proyecto necesario para democratizar el uso del espacio público.
“De entrada me parecería que, por la experiencia, es algo positivo, pues el centro histórico se ha saturado y necesitamos otorgarle más espacio al peatón, que es el número uno en la prioridad”, enfatizó.
No obstante, el investigador refirió que las autoridades municipales están obligadas a realizar varios análisis preliminares, así como consultas y estudios sociales, esto con la finalidad de que todos los actores involucrados en el uso de esta vialidad puedan compartir sus puntos de vista, tanto quienes se mueven en vehículos motorizados y no motorizados, como peatones, comerciantes e incluso quienes habitan en la zona.
“El proyecto es adecuado e interesante, pero el resultado puede ser muy malo si no se ejecuta de la manera correcta”, subrayó.
Desde la perspectiva de Moreno Cortés, en la ciudad de Puebla las calles muchas veces son intransitables para peatones o usuarios de vehículos no motorizados, pues muchas de estas se diseñaron inicialmente para beneficiar principalmente a los automóviles.
Por esa razón, la propuesta del gobierno municipal podría incluso detonar una política pública en la que otras calles se vuelvan peatonales, aumentando así la calidad de vida de quienes las transitan a pie.
“Hay que generar mesas de diálogo y de consensos con todas las partes involucradas (…) en segunda, tiene que haber un claro proyecto de uso de suelo y arquitectura que puede incorporar todos los elementos, tanto peatonales y de seguridad peatonal como elementos de integración del paisaje que garanticen la seguridad del peatón y de los automovilistas que cruzarán por las intersecciones”, destacó.
Al respecto, el catedrático apuntó que la estrategia del ayuntamiento debe ser analizada, tanto en lo técnico como en lo operativo, pues es importante que la peatonalización de la calle 16 de Septiembre se haga con una visión de movilidad activa y no necesariamente para fines turísticos o comerciales.
Es decir, según Moreno Cortés, la autoridad municipal no debe confundir que una calle sin automóviles no necesariamente debe permitir la instalación de comercios ambulantes u otro tipo de negocios que limiten el tránsito peatonal.
El profesor universitario detalló que, para que el flujo vehicular cotidiano del centro histórico de Puebla no se altere drásticamente, y que ello no implique afectaciones a quienes se trasladan en automóviles particulares o en transporte público, es necesario que el ayuntamiento priorice los cruces perpendiculares a la calle 16 de Septiembre.
En otras palabras, señaló que, si bien dicha vialidad será de uso exclusivo para peatones, sus cruces en intersecciones pueden emplearse para agilizar el flujo vehicular, modificando incluso el sentido de circulación o hasta derroteros del transporte público.
Finalmente, no hay que olvidar que el ayuntamiento de Puebla no ha resuelto la peatonalización de la calle 16 de Septiembre, pues se encuentra realizando pruebas y encuestas para determinar la viabilidad de la propuesta. No obstante, es importante señalar que, en voz del propio gerente de la ciudad, Adán Domínguez Sánchez, la intervención de esta vialidad traería beneficios al centro histórico. Asimismo, precisó que, ejemplos como el de la Ciudad de México, donde se peatonalizaron las calles, demuestran que este tipo de decisiones tienen un impacto positivo en la democratización del espacio urbano.