Se acerca Halloween una fecha que comienza a ser por todos conocidas, si bien en México tenemos el Día de Muertos, cada vez se adopta más esta celebración, a la que también se le nombra como Noche de Brujas.
A diferencia de la festividad mexicana, el Halloween se distingue más por los disfraces, las calabazas y personajes como las brujas, aquellas que hacen uso de la magia para realizar fechorías y travesuras.
Pero, de dónde viene el origen de su nombre, es correcto nombrarla como tal, esto es lo que debes saber de la Noche de Brujas.
El origen de la Noche de Brujas y el Halloween
A diferencia del Día de Muertos que son varios días de conmemoración de los espíritus de quienes ya no están en el plano terrenal, el Halloween solo se celebra el 31 de octubre.
En origen, la palabra significa All Hallow’s Eve (vispera de todos los santos), por lo que Halloween es una abreviatura, y la celebración se deriva de la festividad de la Noche de Brujas de Samhain, una que conmemora el fin de la cosecha para recibir el invierno, explica la Enciclopedia Británica.
El festival Samhain era un ritual celta y un festival pagano que duraba un total de tres días e iniciaba el 31 de octubre, en algunos estudios se explica que el día era un tributo para “el Rey de los muertos”.
Con el auge de la religión cristiana, el día de todos los santos cambió del 13 de mayo al 1 de noviembre con el papa Gregorio III, quien fue papa del 18 de marzo del año 731 después de Cristo hasta su muerte en noviembre de 741.
No está claro si, como otras fiestas paganas, el movimiento fue un intento de sustituir la festividad con algo religioso, pero como con otras fechas terminó por resultar y en la unión de tradiciones religiosas con las paganas.
Para el año 1,500 terminó por ganar popularidad la fecha, especial en un momento donde se creía de manera generalizada en la brujería y que al colocar objetos en las casas o ponerse ropas especiales podría ahuyentar a los espíritus del mal.
Las hogueras también ya eran más que populares al utilizarse como ritual para repeler las enfermedades. Esta combinación de elementos comenzó a quedarse en el arraigo cultural y comenzaron a ser revividas en las fechas donde los muertos regresaban de la muerte, es decir, en el Halloween, por lo que algunos relacionan este momento como en el que los disfraces llegaron.
En cuanto a la frase “dulce o truco” o el que los niños comenzaran a pedir dulces durante el Halloween, se relaciona al banquete que se creía se debía realizar para comunicarse con los muertos y ayudarlos de esta forma a su descanso eterno. Algo parecido a la ofrenda, pero en este caso no se trataba de comida especialmente para la persona fallecida o el tener que dejarla por algunos días para que las almas se alimentaran primero.
La Noche de Brujas o Halloween en la actualidad es ya una fiesta no religiosa y que se relaciona más a la diversión de los disfraces, las bromas y el crear miedo con los monstruos de la cultura popular.