Una recomendación de los médicos ante diversos padecimientos es que para poder tener una mejor atención deben ser detectados en etapas tempranas, sin embargo, son por las mismas condiciones de distintos males las que imposibilitan esto, mientras que existen otros más que por sus propias características incluso pueden ser descubiertas desde una temprana edad.
Dentro de estos padecimientos figura el tórax excavado o en embudo, la cual es una afección que se presenta en el esternón cuando este se hunde en el pecho, llegando incluso en casos graves a parecer como si el centro de esta parte del cuerpo se hubiera vaciado, dejando un surco profundo, condición que generalmente puede ser detectada podo después del nacimiento, empeorando en la adolescencia.
¿Cómo surge el tórax en embudo?
Esta condición, también conocida como tórax excavado o “pectus excavatum”, es una afección que suele ser más común en niños que en niñas y cuando se presenta con cuadros graves puede interferir con el paso del tiempo en el funcionamiento del corazón y los pulmones, mientras que en casos leves este puede provocar que los niños se sientan acomplejados por su apariencia.
De acuerdo con la Mayo Clinic esta deformidad puede ser corregida mediante cirugía y en cuanto a los síntomas se refiere, regularmente el único signo con el que llegas es una ligera hendidura en el pecho, misma condición que puede empeorar con la llegada de la adolescencia y posteriormente en la adultez, esto debido que el esternón puede comprimir estos órganos.
Dicha condición se puede ver reflejada en efectos una menor tolerancia al ejercicio, palpitaciones o latidos cardíacos acelerados, infecciones respiratorias recurrentes, sibilancia o tos, dolor en el pecho, soplo cardíaco, fatiga y mareos, aunque hasta el momento se desconoce la causa exacta del tórax en embudo, puede ser un trastorno hereditario porque, a veces, viene de familia.
Este padecimiento suele presentarse más comúnmente en niños que en niñas, además que puede llegar ante la presencia de otros males como los síndromes de Marfan, Ehlers-Danlos, Noonan y Turner, así como por una osteogénesis imperfecta, pudiendo generar problemas cardiacos y pulmonares, pero principalmente de autoestima, pues puede generar una postura encorvada.
¿Cómo se atiende el mal del tórax en embudo?
Según el mismo centro médico, para poder atender este padecimiento el procedimiento gira en torno la examinación del pecho, para lo cual se pueden realizar diferentes tipos de pruebas, tal es el caso de una radiografía de tórax, una tomografía computarizada o resonancia magnética, un electrocardiograma, un ecocardiograma, un estudio de la función pulmonar, así como un estudio de la función con ejercicios.
En cuanto al tratamiento se refiere, este mal puede ser solucionado con cirugía, aunque sólo se recurre a este procedimiento cuando los signos y síntomas son de moderados a graves, pues en los casos leves la manera de corregirlo puede encontrarse en la fisioterapia, ya que ciertos ejercicios pueden mejorar la postura y aumentar el grado de expansión del pecho.
