Unos 10 millones de ucranianos, o casi un tercio de la población que ha permanecido en el país tras la invasión de Rusia, sufren problemas mentales, de los que unos 4 millones presentan síntomas entre moderados y severos, alertó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“En mi encuentro ayer con la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, ella me contó que todos en la sociedad se han vuelto un poco psicólogos”, comentó el director europeo de la OMS, Hans Kluge, en una rueda de prensa virtual desde la ciudad de Zhitomir para hacer un balance de las consecuencias sanitarias de un año de guerra.
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Kluge, quien ha completado su quinta visita al país desde la invasión rusa, subrayó que la atención mental y psicosocial se ha convertido en una de las prioridades de la OMS, junto a los programas de rehabilitación para heridos en guerra y ataques armados.
El director regional de la OMS afirmó que durante la visita ha visto una vez más con admiración que “pese a la fatiga, el estrés y el agotamiento de los trabajadores sanitarios, el sistema sanitario sigue en pie, como testimonio del compromiso de estos trabajadores”.
Menor acceso en las zonas liberadas
El representante de la OMS en Ucrania, Jarno Habicht, añadió desde Poltava que el sistema sanitario funciona en general bien, aunque con mayores dificultades en zonas recuperadas por las fuerzas ucranianas tras la ocupación rusa, como por ejemplo localidades en los alrededores de Kiev o Járkov.
Los responsables de la OMS recordaron que Rusia ha atacado casi 800 instalaciones sanitarias (acciones que según la ley internacional constituyen crímenes de guerra), aunque Habicht señaló que un 20% de esas infraestructuras han sido reconstruidas: “El sistema se cura a sí mismo“, subrayó.
Los ataques desde octubre a la infraestructura eléctrica también han dificultado en ocasiones la atención sanitaria, señaló el experto, quien destacó que en ocasiones tales acciones han interrumpido durante varias semanas el correcto funcionamiento de redes sanitarias en determinadas localizaciones.
Kluge subrayó que ahora que la guerra se acerca a su segundo año, otra de las grandes preocupaciones es el problema de acceso de los ciudadanos ucranianos a tratamientos ordinarios debido a las dificultades económicas y logísticas.
“Nuestros sondeos apuntan que una de cada 10 personas tiene problemas de acceso a medicamentos, por falta de suministro o porque las farmacias más cercanas han quedado destruidas o dañadas, mientras que un tercio de los encuestados reconoce que no puede pagarlas”, señaló.
Brotes infecciosos y vacunas
El responsable europeo de la OMS no dio datos de cómo la guerra ha afectado a la incidencia de enfermedades infecciosas en Ucrania, aunque recordó que “ya antes de la guerra eran preocupantes los niveles de tuberculosis o VIH, y el conflicto sin duda no ha hecho que esto mejore”.
La OMS ha ayudado a establecer centros de control y prevención de estas enfermedades a nivel regional con el fin de rastrear la incidencia de estas enfermedades, aseguró.
La guerra ha afectado también a las campañas de vacunación, y en este sentido, Kluge citó que desde la invasión rusa sólo un 11 por ciento de las dosis de vacuna anticovid que han llegado a Ucrania (4 de 35 millones) han podido ser administradas.
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La OMS ha pedido para este año 240 millones de dólares con el fin de financiar sus operaciones humanitarias relacionadas con la guerra (160 millones dentro de Ucrania y 80 para los países de acogida de refugiados ucranianos), con los que espera asistir a 13.8 millones de personas, frente a los 8.5 millones a los que la ayuda llegó en 2022.