“Estoy triste, llena de nostalgia, pero feliz porque en ese mural está todo lo que a él le gusta, la pelota, la bicicleta, varias cosas. Para las personas a lo mejor sólo es una imagen, pero para nosotros es un mensaje para que él sepa que nunca lo dejamos de buscar”, esto fue lo que compartió Juana Posadas, la madre de José María Sedano Posadas, quien desapareció en 2008 y, hasta el momento, no hay rastro de su paradero.
El Colectivo Voz de los Desaparecidos continúa realizando murales en varios puntos de Puebla para exigir justicia y derecho a la verdad. Este es el segundo mural que se crea, ya que la señora Juana fue de las primeras mujeres en integrarse al grupo, que es uno de los más importantes en el territorio poblano.
El objetivo es plasmar la resistencia y que cada trazo sea un vehículo para evocar la memoria de la persona desaparecida.
Juana Posadas es una mujer que se dedica a hacer gorditas y al ver que varios integrantes del Colectivo se unieron para hacer el mural, la llenó de alegría. Ellos no sólo son sus compañeros, ya son sus amigos y su familia. “Siento mucha nostalgia, pero a la vez alegría porque vino el Colectivo y me da mucho gusto que ellos estén con nosotros y que nunca nos dejen, seguimos unidos”, comentó.
José María Sedano Posadas, desapareció el 2 de abril del 2008, salió de su hogar, pero su familia desconoce su destino, ya que era muy reservado. Se había quedado desempleado, por lo que su madre cree que salió a buscar trabajo. Tenía planes de poner un taller de costura.
Desde el año de la desaparición, acudieron a la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) para que se abriera la carpeta de investigación correspondiente, pero fue como si la tierra se lo hubiera tragado, nadie sabe su paradero y no hay pistas de lo que pudo haber ocurrido.
“No se ve nada por parte de las autoridades, ya no sé si siguen buscando para que algún día sepa algo yo de él (…) Él salió de aquí con su bicicleta y ya son 15 años que no sé nada, el 12 de diciembre es su cumpleaños y otro año si abrazarlo, cumpliría 39 años, lo dejé de ver a sus 24”, lamentó.
A Juana la mantienen en pie sus otros tres hijos y sus nietos, hijos de José María, quienes todavía tienen la esperanza de volver a verlo. Además, el apoyo y amistad que le ha brindado el colectivo ha sido de gran ayuda, pues son los únicos que la entienden a la perfección, que no la juzgan y que conocen el dolor por el cual está pasando. Su mural está ubicado en la colonia Miguel Hidalgo y en próximos días podremos ver más en otros puntos.
Hay que mencionar que se eligieron puntos estratégicos para que las personas que pasen por esa zona nunca los olviden y tengan presentes que hay personas que no descansarán ¡hasta encontrarles!.