La lucha libre, como buenos rudos y técnicos, volvió al uso de máscaras para plantarle cara a la sexta ola de COVID-19 en la entidad durante la función del lunes 19 de diciembre.
Después del decreto emitido por el ejecutivo la mañana del lunes para volver al uso obligatorio de cubrebocas con el objetivo de prevenir un repunte de casos del virus SARS-CoV-2, la imagen común para permitirle el acceso a la afición a La Arena Puebla fue la del personal a cargo en las entradas del coso solicitándole a los asistentes colocarse su máscara.
A quien llegaba sin la tapa se le hizo la invitación de ir a conseguir una entre los vendedores apostados a las afueras de La Casa del Dolor Ajeno.
La Arena Puebla operaba la noche del lunes, en la función donde Stephanie Vaquer retaba por el título mundial femenil del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) a Princesa Sugehit, al 100 por ciento de su capacidad en la primera función de una más este mes arrancando desde las 20.00 horas.
Los aforos para espacios públicos se mantendrán al 100 por ciento, según el nuevo decreto. Aunque ahora los responsables de los recintos se encargarán de su regulación.
Aunque La Arena Puebla y la función de los lunes clásicos deberá de contar con validación en cuanto a los protocolos sanitarios. Todo esto por parte de Protección Civil al tratarse de un evento con más de 300 personas.
La Casa del Dolor Ajeno habrá de solicitar en línea el código QR de validación. El trámite, cabe destacar, es gratuito.
Al interior del coso, y en la lucha contra el COVID, el anunciador invitaba una y otra vez a a la fanaticada a mantenerse con el cubrebocas durante la gala si no consumía alimentos o bebidas.
Cabe destacar, en mayo de este año se había eliminado el uso de cubrebocas obligatorio en la entidad debido a los bajos casos de COVID-19 registrados. Por entonces el uso de máscara para combatir el pandémico virus era voluntario.
