El próximo año traerá cambios significativos en las finanzas del país, toda vez que el proceso electoral que se avecina puede incrementar el déficit de recursos públicos o aminorarlo según se administren, compartió Anselmo Salvador Chávez Capó, académico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
El también docente de la Escuela de Negocios de dicha casa de estudios explicó que, en el contexto político a tres meses del cierre del 2023, el proceso electoral que se avecina se traduce en un aumento de recursos o de reducción del gasto público.
Por lo anterior, si el Estado es eficiente en la distribución de estos recursos puede hacer frente al déficit público actual sin agravarlo, sin embargo, si no ahorró cuando tenía recursos disponibles será todo lo contrario.
“El gobierno debería haber ahorrado, ya que una forma común de lidiar con el déficit público es a través del endeudamiento, emitiendo deuda pública”, detalló.
El académico subrayó que México tiene un panorama en el 2024 de un déficit público del 4.9 por ciento, el más alto en la última década, por lo que es importante tomarlo en cuenta durante el periodo de elecciones para no agravarlo.
Advirtió que algunas consecuencias de no tomar en cuenta esta cifra es que el posible endeudamiento público que pueda generarse se pasará a las futuras generaciones, pero con mayor dificultad para salir de esta.
Por esta razón hizo hincapié en la importancia de una distribución razonable para el proceso electoral del 2024 y de invertir en economía productiva en lugar de endeudarse para financiar ‘compromisos corrientes’.
“El déficit público es una preocupación relevante en las finanzas del gobierno, y su manejo adecuado es esencial para garantizar la estabilidad económica y fiscal del país”, finalizó.