Mujer de Puebla arrolla y mata a su expareja sentimental – El Sol de Puebla

Por arrollar y matar a su expareja sentimental, una mujer fue vinculada a proceso bajo cargos de homicidio calificado y daño en propiedad ajena a título de culpa.

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) los hechos se registraron el 19 de septiembre de 2021 en calles del municipio de Coronango, cuando la imputada de nombre Mireya N, en presunto estado de ebriedad, amenazó de muerte y arrolló con su camioneta Mazda, a su expareja quien circulaba a bordo de una bicicleta.

Policías municipales detuvieron a la mujer y la presentaron ante el agente del Ministerio Público, quien inició la carpeta de investigación por el delito de lesiones calificadas y solicitó la prisión preventiva, sin embargo, la autoridad judicial no la otorgó.

Luego de que el agraviado perdió la vida, se obtuvo y cumplió orden de aprehensión contra Mireya N.

Durante el desahogo de la audiencia, la Fiscalía General del Estado expuso datos de prueba con los que logró que se le dictara a la imputada, vinculación a proceso por homicidio calificado y daño en propiedad ajena, con la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa por todo el tiempo que dure el procedimiento.

Una mujer policía también mató a su pareja tras una discusión en Amozoc

El caso de Mireya no es el único donde una mujer, por cualquier circunstancia, termina asesinando a su pareja o expareja sentimental, tan solo el pasado 24 de marzo se dio a conocer que una mujer policía del municipio de Amozoc de Mota asesinó a cuchilladas a su pareja, también elemento policíaco, pero en el Estado de México.

Lo anterior tras una acalorada discusión y presunto intento de asalto dentro del domicilio de la fémina en la colonia San Matías Buenavista, por lo que fue detenida para resolver su situación legal.

En ese momento fuentes policíacas revelaron que el occiso respondía en vida al nombre de Fernando Germán, de 25 años, quien recibió tres cuchilladas: una en el pecho, otra en las costillas y la tercera en el cuello; esta última ocasionó que muriera desangrado.

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