Andrés Manuel López Obrador sostuvo que su gobierno no mantiene acuerdos con la delincuencia organizada y descartó la posibilidad de abrir diálogo con delincuentes, pues su estrategia de seguridad de “Abrazos no Balazos” es la correcta.
Lo anterior, luego que el político Manuel Espino se reunió el miércoles pasado con el presiente López Obrador en Palacio Nacional y, posteriormente, Espino sugirió el jueves que el Gobierno debe abrir diálogo con la delincuencia organizada para lograr la paz en México.
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“Nosotros hemos definido una política de cero corrupción y cero impunidad y en el caso de el combate a la delincuencia, tanto a la llamada delincuencia organizada como a la delincuencia de cuello blanco, no hay ningún acuerdo, ningún pacto”.
El presidente subrayó que “esta bien pintada la raya, la frontera” entre los funcionarios de su gobierno y los delincuentes.
“Una cosa es la autoridad y otra cosa es la delincuencia”, subrayó.
Este jueves, Espino, quien fue dirigente nacional del PAN y después funcionario lopezobradorista como Comisionado de Protección Federal, dijo en un foro sobre seguridad:
“Le propuse al secretario (Adan Augusto López) algo que he propuesto en otros países. Lo que yo vengo a plantear es que nos abramos a la posibilidad de los acuerdos, pero no de cualquier manera, no con cualquiera, y que no materialice los acuerdos cualquiera”, en referencia a entablar diálogo con grupos criminales.
Ayer, en su cuenta de twitter Espino, dijo que tras la reunión con el presidente comenzaron a hacer especulaciones y aclaró que solo fue a brindarle su apoyo con su organización política Ruta 5, Estrategia Ciudadana.