Toño Trujillo conoció a Kempes: la espera de 44 años, valió la pena – El Sol de Puebla

Imagínese ver un día a su ídolo por televisión y al otro reunirse con él. Eso ha sucedido en últimos días en Qatar con los niños acompañantes de las selecciones y quienes de saltar al campo al lado de las estrellas del futbol mundial para vivir con éstas los actos protocolarios previo a todo partido en el Mundial se han terminado por topar con Lionel Messi, Cristiano Ronaldo o Kylian Mbappé con asombro.

Eso también le ocurrió a Toño Trujillo, miembro del clan Trujillo reconocido por el Guinness de dominadas. Aunque él, a diferencia de los infantes en Medio Oriente, debió de esperar alrededor de 40 años para por fin encontrarse con una figura de ayer y siempre como la de Mario Alberto Kempes.

“El Matador”, tal vez más conocido por las nuevas generaciones por ser el analista de lujo de futbol de la cadena ESPN, hechizó con sus goles y juego a Toño en su infancia en el Mundial de Argentina 1978, cuando la Copa del Mundo aún se veía por televisión abierta, gratis de principio a fin.

“Todo esto inicia cuando en 1978 veo en una pantalla de televisión en blanco y negro tumbado en el suelo con toda mi familia la final del Mundial, Argentina contra Holanda. Ahí se hace mi ídolo de toda la vida Mario Alberto Kempes y dije… ‘algún día lo habré de ver’ y pasaron 42 años para que lo pudiera ver, hablar con él”, relata Toño a El Sol de Puebla.

A Kempes, campeón del Mundo y máximo goleador del torneo en Argentina, Toño lo conoció en una de las ceremonias de entronización del salón de la fama del futbol de Pachuca. Ahí hizo amistad con el también ídolo del Valencia de España a grado tal de intercambiar teléfonos.

Previo al Mundial de Qatar, Mario Alberto viajó a Brandenton, Florida a tomarse unos días, tiempo suficiente para ver a Toño haciendo maletas con el fin de irse a encontrar con el ídolo con el único objetivo de que le firmara unas playeras de Argentina, Valencia; además de banderines, el balón oficial de la Copa del Mundo de 1978, Tango y hasta un plato conmemorativo de la Copa del Mundo de Argentina.

“Su esposa me comentó que iba a estar una semana en Orlando y que nos podía recibir para firmar unas playeras que tenemos de Mario de la colección de mi papá. Llegamos a Orlando y lo que iba a ser una reunión de una hora se acabó convirtiendo en seis de plática”, explica.

LOS SECRETOS DEL TÍTULO

En la sobremesa tras el desayuno en Brandenton, “El Matador” le esclareció a Toño parte de los mitos que han rondado la conquista del primer mundial de La Albiceleste.

De forma específica le platicó de aquella leyenda donde Argentina o líderes políticos argentinos compraron o intimidaron a Perú para dejarse ganar por La Albiceleste por más de cuatro anotaciones, pues dicho resultado le daba el pase a la final del Mundial y dejaba fuera a Brasil.

Por entonces para disputar la Copa del Mundo se debía de ganar una segunda ronda de grupos para encararse por el título con el conjunto victorioso del otro pelotón. Argentina y Brasil empataban en puntos en su sector y la diferencia de goles de sus dos líderes en la última jornada del grupo se tornaba decisiva.

La Verde Amárela derrotaba 3-1 a Polonia obligando a Argentina vencer por cuatro tantos a Perú. Los pamperos acabaron imponiendo condiciones 6-0 con dos tantos del “Matador”.

“Él no disfruta la Copa del Mundo como debiera de ser porque se manchó un poco con la situación del gobierno argentino, que si ayudó o no para que La Albiceleste ganara el torneo. Pero él tacha de mentira todo lo que se ha dicho desde entonces y asegura que si Argentina ganó (a Perú) es porque estaban concentradísimos”, comparte Toño.

Otro de los secretos revelados se trató de cómo hizo Mario Alberto para reencontrarse con el gol, pues en 1978 llegaba cuestionado por su poco tino frente al marco contrario.

Pero tras estrenar “look”, retirándose del rostro barba y bigote, las anotaciones comenzaron a caer, situación que no pasó por desapercibida para la prensa a grado tal de crear una falsa historia sobre un Kempes cabalero haciendo de todo como rasurarse para así reanudar romance con el gol. Para “El Matador” eso de quitarse la barba para marcar, se trató simplemente de una mera coincidencia o el fin de una mala racha como la vive todo rematador.

Así, emulando a los niños de Qatar, Toño conoció a su ídolo, una leyenda del futbol de ayer y siempre llamada Mario Alberto Kempes… qué importa si debieron de pasar 44 años.

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