En Caborca, Sonora, Anadela, de 21 años, una de los cuatro poblanos arrastrados por el mar, buscaba poder cumplir sus sueños y mejorar su estilo de vida; aunque en un inicio sus padres se oponían a que saliera del municipio de Coxcatlán, Puebla, para trabajar como jornalera, como ocurre con decenas de pobladores de aquella zona cada temporada, terminaron por ceder y dejarla intentar cumplir sus metas.
Un rato de diversión en la playa Las Salinas, a la cual la joven acudió junto con su novio y dos parejas más del mismo municipio poblano, se convirtió en el último día de su vida; su cuerpo, al cierre de la edición, no había sido localizado, pero su familia mantiene la esperanza de que sus restos sean recuperados ya que solo dos de los seis paseantes sobrevivieron a la tragedia; mientras tanto, los restos de tres víctimas mortales son esperados en Coxcatlán.
En rueda de prensa, con dolor y la voz entrecortada, el padre de Anadela, originaria de la comunidad de Tepoyoloc, narró que la joven desde hace un año tenía la inquietud e intención de irse a trabajar en la recolección o empaque de espárrago a Sonora, junto con su novio Daniel, de 21 años, de la localidad Chichiltepec.
Sin embargo, él como padre se preocupó respecto a las condiciones en las que Anadela estaría, además de que le subrayó el maltrato que muchos jornaleros sufren en Sonora por parte de sus empleadores.
La joven insistió en que quería ir a trabajar porque a su novio ya lo habían invitado y además quería dinero para comprarse más ropa; aunque en ese momento la hoy occisa dejó las cosas por la paz, a finales de año le reiteró a sus padres que en 2023 sí se iría a trabajar como jornalera a Sonora.
“Ella desde hace un año se quería ir, la invitaron; yo le dije que no iba a ir porque solo iba a llegar a sufrir, yo sé que allá no los atienden bien, no les dan de comer bien, a veces no hay baño ni dónde bañarse, pero ella insistía en que quería irse y noviembre dijo que este año (2023) sí se iba a ir porque ya la había invitado su novio Daniel, pero le dije que todavía no se iba a ir porque el chico solo era su novio y no su marido, y no sabía con qué intención la quiera llevar”, narró el padre de la joven.
Luego de que Daniel, quien también murió arrastrado por las olas del mar, hablara con el padre de Anadela, le dijera que sus intenciones eran buenas y la joven insistiera, los padres de la víctima terminaron por ceder y darle permiso.
Fue así como a inicios de febrero de este año, la joven y su novio Daniel junto con dos parejas más de Coxcatlán salieron de su localidad después de haber sido aceptados por una contratista.
“Mi hija y Daniel regresaron el sábado a casa porque ya no se fueron ese día ya que faltaba una persona y la contratista quería llevarse a todos, por lo que se fueron el día domingo; yo le decía que nosotros le podíamos comprar lo necesario y que solo se fuera a la Ciudad de México, probara ahí y si no le convencía, se regresara, pero pues acabamos por acceder”, compartió el hombre de más de 50 años.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el pasado 24 de febrero, en un día de descanso después de las labores en el Rancho La Esperanza, Anadela, su novio Daniel, otra pareja conformada por María del Carmen, de 20 años e Iván, de 20, así como Amos y Elena, los dos de 19 años, salieron a la playa.
Ahí, las primeras cuatro personas se metieron al mar y las dos últimas decidieron quedarse en la arena a recolectar conchas; sin embargo, vieron cómo sus compañeros desaparecieron entre las olas del mar; los salvavidas del lugar lograron extraer los cuerpos sin vida de Daniel y de María del Carmen.
Sin embargo, debido a los movimientos del agua, los rescatistas ya no pudieron sacar a Anadela así como a Iván.
El día 25 de febrero, después de los trabajos de búsqueda por mar y aire, el cuerpo de Iván ya carcomido por la fauna marina, salió a flote; el reconocimiento del cuerpo se hizo tiempo después.
Ahora, este 1 de marzo, los restos de las tres víctimas eran esperados en Coxcatlán, después del traslado del municipio de Caborca a Hermosillo, y después a la Ciudad de México para finalmente llegar a Puebla.
Cabe decir que según el edil de Coxcatlán, en esta temporada, alrededor de 70 personas de Tecoltepec y 40 de Tepeyoloc salieron de sus lugares de origen para trabajar como jornaleros en Sonora, lo cual solo es un trabajo por temporada, sin ningún tipo de incidente como el que ahora se presentó.
