Quien no ha recurrido a los tés o infusiones para aliviar algún padecimiento común sin necesidad de recurrir a una sustancia química o simplemente para sacar de la dieta bebidas como la leche o el café, esto bajo el entendido de que se trata de productos provenientes de la naturaleza y de que por consiguiente no causan ningún daño al organismo ni a corto, ni a largo plazo.
Por esta razón, suelen ser dados también a los bebés con la intención de cuidar, principalmente de su flora intestinal, la cual es sensible durante los primeros años debido a que se encuentra en formación, por lo que los padres suelen evitar el uso de medicamentos, sin embargo, esto podría ser un error debido a los efectos que estas hierbas pueden generar en los más pequeños.
¿Cuáles son los efectos de los tés en los bebés?
De acuerdo con la pediatra Nerea Sarrión, durante los primeros seis meses de vida de una persona, el único alimento que debe ser ingerido es la leche ya sea materna o de fórmula, por lo que deben ser descartados el agua, los zumos y las infusiones, estas últimas debido a que le aportan un valor nutricional nulo y simplemente les generan la sensación de saciedad.
Este se suma al hecho de que predomina la cantidad de azúcar que contienen en las versiones elaboradas para menores, lo que además de desencadenar problemas como obesidad y caries a temprana edad, predispone a los niños al sabor dulce, lo que complica que se acepten otros sabores, además de que al no ser sometidos a estudios previos por lo que pueden provocar intoxicaciones.
Pero eso no es todo, pues debido a las sustancias que los componen, los tés pueden provocar en los menores de un año problemas como insuficiencia hepática, hemorragias, convulsiones, vómitos, acidez, alteración de la conciencia, deshidratación, entre otros, los cuales incluso figuran en el informe Hepatotoxicidad y consumo de productos de herboristería en la población pediátrica, redactado por especialistas de distintos centros hospitalarios de España.
Por otra parte, el consumo de estas sustancias puede desencadenar que los pequeños padezcan el llamado botulismo infantil, mismo que trae consigo estreñimiento e inapetencia, disminución progresiva de los movimientos, pérdida de la expresión facial, llanto débil, disfunción en la deglución y parálisis oculares, entre otros males.
¿Por qué los tés pueden provocar problemas en los bebés?
Dichos problemas surgen en los más pequeños debido a que durante sus primeros meses de vida sus órganos aún se encuentran en desarrollo, por lo que su proceso de metabolización no es el mismo que el de un adulto ante los activos de estas plantas, aún cuando se trata de sustancias elaboradas con una dosificación distinta, dirigidas para el consumo infantil.
Es por este mismo motivo que tampoco es recomendable la ingesta de alimentos como la miel, el jarabe de maíz, los preparados deshidratados para lactantes y los cereales, retomando la recomendación del principio y la cual incluso proviene de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual señala que la lactancia materna debe ser el alimento exclusivo de los recién nacidos.