Parece que ahora si va en serio el reagrupamiento de los integrantes de la “élite” del PRI en la capital de la República y no es por el hecho de que Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” haya logrado convencerlos de que es el mejor para seguir dirigiendo a este instituto y tampoco porque ya hayan aceptado su nefasta política y actuación, sino porque han reconocido la necesidad de ir unidos para el 2024 y evitar que MORENA se perpetue en el poder. La reaparición de las figuras más emblemáticas en el “diálogos por México” al que fueron convocadas, dio mucho de qué hablar en esta semana, y tal parece que todos están dispuestos a poner de su parte para evitar que se pierda lo que queda del tricolor ya que, de no revivirlo en momentos cruciales como éstos, poco quedaría de él en los tiempos por venir, y se perdería la esperanza de volver a ser competitivos.
Esto sin duda obligará a los mejores perfiles también en cada uno de los estados, a adoptar una actitud similar y a dejar de lado las desavenencias e intereses personales, para dar paso a la reunificación que les permitiría contribuir con otros partidos a ser una verdadera competencia para MORENA, crecer su intención de voto y crear gobiernos de coalición en caso de triunfar. Y a nivel nacional, en el caso concreto de la candidatura a la presidencia de la República, demostrar que tienen una “caballada gorda”, con una vasta experiencia para gobernar y pueden ser un verdadero contrapeso en las próximas elecciones. Así con la participación de los “gurús” del PRI en el evento mencionado, se dio un paso adelante para tener una participación digna en el 2024,
La aparición en dicho foro de Idelfonso Guajardo, Claudia Ruíz Massiu, Alejandro Murat, José Ángel Gurría, Manlio Fabio Beltrones, Pedro Joaquín Coldwel, (solo por mencionar algunos), así como de ex gobernadores, diputados, ex diputados, senadores, ejecutivos estatales y toda la “crema y nata” del PRI, se envió un mensaje de unidad, reiterando que están dispuestos a realizar una alianza con otros partidos que no solo sea legislativa sino también gubernamental, lo que da serias esperanzas de cambio a México, pues se evitaría un regreso al pasado y a la continuación de un gobierno con serios tropiezos como el actual. En el tricolor varios de los asistentes levantaron la mano para la candidatura del 2024. Todos dispuestos a presentar a la ciudadanía un nuevo proyecto de nación, y hacer también una autocrítica, con la idea de eliminar las lacras pasadas.
Esto ¿Se replicará en Puebla?
Ahora habrá que esperar qué, esto se replique en Puebla donde también existen muchos liderazgos del PRI que se encuentran alejados, que no concuerdan ni con la forma de dirigir al partido ni con la política interna de Néstor Camarillo y de”Alito”. Saben que mucho podrían lograr, si pueden unirse nuevamente para revivir a su instituto, como lo están haciendo a nivel nacional donde dejando a un lado la pésima actuación de Alejandro Moreno, están dispuestos a sacar adelante al tricolor en estos momentos cruciales. Se abre aquí un compás de espera, para demostrar que los políticos poblanos están a la altura de las figuras nacionales y dejan atrás sus egos para luchar por lo que queda del PRI, que tanto les dio en épocas pasadas.
Las medias verdades de Morena
MORENA anunció en esta semana que ha alcanzado uno de los más grandes crecimientos de su historia en Puebla al lograr aquí un padrón de 115 mil afiliados, avalado y validado por el Comité ejecutivo Nacional, con lo que se pone a la cabeza de todos los institutos políticos en el estado, aunque reconoce que deberán pasar algunos meses para que se concluya la revisión de documentos, y pueda aparecer la lista oficial en su página. Dicha cantidad -dicen- fue producto de las pasadas asambleas distritales en las 40 sedes de los 15 distritos de Puebla
Sin embargo, esta es una verdad a medias porque antes de echar las campanas al vuelo, MORENA deberá esperar a que por ley sea el INE el que dé el aval al padrón, para que pueda decir quiénes pueden o no ser militantes y como quedaría finalmente, pues requiere verificar la documentación y evitar dobleteo o anomalías. La falta de un padrón fidedigno fue por años el obstáculo para renovar a dirigentes nacionales y locales, pues estaba lleno de inconsistencias que no se sabe si ya se subsanaron, por lo que su cantado avance todavía no está confirmado.
La importancia de llamarse Dante..
El líder nacional (léase el dueño) de Movimiento Ciudadano Dante Delgado Ranauro, vino a Puebla a revolver el gallinero político y muy echado para adelante repitió que irá solo en las elecciones del 2024, reiterando una vez más que no se unirá a la alianza del PRI PAN-PRD a la que fue invitado, porque es un “tsunami” que se está hundiendo.
Lo cierto es que don Dante no quiere ver, que 1.-por lo menos en Puebla solo tiene el 5.34% de intención de voto, porcentaje con el que ningún candidato al gobierno del Estado puede ganar 2.- Que tanto él como su líder estatal Fernando Morales ha señalado en reiteradas ocasiones que “están buscando candidatos” que deseen unirse al MC para representarlo en las elecciones, o sea que no tienen todavía prospectos para participar ni “garbanzos de a libra” para ello. En esto el propio MC ya tiene experiencia, tan es así que solo tienen un diputado en el Congreso del Estado y 16 alcaldías en toda la entidad compuesta por 217 municipios.
Asimismo, 3.- Que hasta el momento el MC no se ha distinguido por presentar algún programa de gobierno o algo cercano que lo haga atractivo para la ciudadanía o los electores, ni se ha dedicado a luchar por las causas populares y 4.- también olvida que ya en 2018 hizo alianza con el PAN y el PRD para impulsar la candidatura de la panista Martha Erica Alonso qepd, y que solo logró algunos avances cuando estuvo al servicio del extinto Rafael Moreno Valle, pero que ahora está solo.
La expresión de “que los votos del MC valen solos y ganan elecciones”, será verdad en otros estados del país, -aunque muy pocos- porque en Puebla aún no sobresale en el panorama político. Y eso de que Movimiento el MC es la única oposición que tiene el actual régimen, también es una fanfarronada. Solo basta revisar su historia en los medios de comunicación, para corroborar que no figura como tal ni tiene un peso importante.
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