Luego de las protestas registradas en contra de la remodelación del mercado municipal de Huauchinango, este martes más de 200 locatarios desalojaron el inmueble para dar paso a los trabajos de demolición del inmueble actual.
Como aquel que deja la casa donde dio sus primeros pasos, los comerciantes abandonaron las viejas instalaciones para comenzar a ubicarse en la Explanada 5 de mayo, donde permanecerán “entre cinco y seis meses”, tiempo que llevará la obra de reconstrucción del inmueble.
Son más de 200 comerciantes los que dejaron las instalaciones de manera gradual, desde la semana pasada. Sin embargo, fue este domingo 4 de noviembre la fecha que se marcó como ultimátum por parte de las autoridades municipales para que el edificio quedara libre.
El tema no ha sido fácil para el gobierno de las dos escalas, municipal y estatal. Tal pareciera que un exmunícipe y ahora aspirante a la candidatura a la presidencia municipal de Huauchinango, Gustavo Vargas Cabrera por Morena, ha estado poniendo en entredicho al gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Este último anunció que iniciarían las obras del mercado municipal en este mes. En cambio, Gustavo Vargas Cabrera lidera a un grupo de comerciantes ambulantes que reclaman un lugar en el interior de lo que será el nuevo espacio.
La polémica había llegado a los comerciantes locatarios del interior del punto de venta, al grado de dudar de que el gobernador cumpliera con la obra y que se les regresara a su lugar de trabajo, dado que el mismo expresidente morenista soltó que, en lugar del mercado municipal, se construiría algún “supermercado” o alguna tienda de conveniencia de alguna cadena nacional o transnacional.
Por lo anterior, hubo resistencias y una guerra de información en las redes sociales, muchas de estas generadas por perfiles falsos en redes sociales que desacreditaron el proyecto, mientras que otros aplauden la idea de renovar el Mercado Municipal.
Al dejar las instalaciones, los comerciantes convocaron a un convivio, en el que se sirvieron tacos de carne asada, pollo con rajas, chorizo asado, pizza, refrescos y alguna que otra cerveza; todo amenizado con música en vivo de mariachi.
Muchos compartieron vivencias y experiencias en los locales y corredores del mercado. Hubo quienes dijeron que los pasillos, entre local y local, vieron sus primeros pasos, después de dormir en una caja de jitomate o de huevo, mientras sus mamás ofrecían sus mercancías, y ahora son ellos, los que algunas veces fueron bebés y pasaron su infancia jugando entre frutas y legumbres, entre olores a jabón y chile seco, entre carne fresca colgada de garabatos y chicharrón carnudo; los que tuvieron que dejar los locales para salir del espacio comercial.
Otros se mostraron optimistas “porque el tiempo pasa rapidito, y cuando menos veamos, ya va a estar terminado el mercado, también hay que pensar que debemos ir mejorando, y que esto no es nuestro, es municipal. Sólo estamos de paso”, expresaron en la reunión.