Dentro de varias ciudades de Estados Unidos uno de los problemas que se viven en las calles es la cantidad de personas sin hogar y vagabundos, quienes suelen reunirse en tiendas comerciales, lo que genera inconvenientes en los establecimientos, algo que un dueño logró resolver con la música clásica.
Este fue el caso de Jagat Patel, quien es propietario de una sucursal de la cadena 7 Eleven en Austin, Texas: él comenzó a ver como el estacionamiento del local comenzaba a llenarse de tiendas de campaña instaladas por personas sin hogar a un lado de la tienda.
De igual forma, las personas ahí terminaban por pedir a los clientes dinero o algo más, por lo que muchos terminaban por evitar la tienda.
Al estar en busca de una solución para el problema que no involucrara el uso de la fuerza, encontró un estudio en donde señalaba que la música clásica podía ser una solución.
“Escuchamos de otras empresas que propusieron soluciones para descubrir cómo evitar que las personas se congreguen en el estacionamiento. Los estudios han demostrado que la música clásica de ópera es molesta y evita que las personas se congreguen”, indicó Patel en una entrevista para la cadena local KENS5 quienes documentaron la historia.
Como parte de su estrategia decidió colocar la música clásica y de ópera a alto volumen por 10 días las 24 horas, algo que comenzó a mostrar un cambio de inmediato, debido a que las personas sin hogar terminaron por evitar la tienda.
“Los clientes nos dicen ‘Oye, no hay nadie en el estacionamiento, nadie vino a mi ventana’. Los clientes dicen que está funcionando”, aseguró Patel.
Las críticas y comentarios encontrados por la música en la tienda
Aunque fue calificada como irrespetuosa e intolerante, Jagat Patel defendió su acción al señalar que los vagabundos terminaban por afectar a los clientes cuando estos se negaban a ayudarlos. De igual forma, muchos utilizaban el sitio para el consumo de drogas y otros estupefacientes.
“Tres o cuatro personas esperando y viniendo a su ventana (de los clientes) pidiendo dinero, o cosas que necesitan y cuando los clientes se niegan, terminan por patear sus neumáticos o se enfadan, lo que afectó nuestro negocio”, explicó el dueño de la tienda.
“Tuve que pagarle a una empresa privada para que viniera y limpiara el patio de mi tienda porque estaba lleno de agujas”, añadió.
El dueño de la tienda afirmó que la medida trajo resultados al ver un mayor flujo de clientes y mejorar sus ventas en el tiempo en que se realizó. Pero, esto le ha traído varias críticas ya que consideran el acto como algo innecesario.
Algunas personas que se encuentran en el campeonato de aquellos sin hogar también señalaron que no realizan nada malo y buscan no molestar a las personas o clientes cuando se acercan por un poco de ayuda.
“Absolutamente desagradable”, se expresó una mujer del campamento sobre el uso de la música clásica. “Increíblemente fuerte, dos o tres veces hemos podido escucharla al otro lado del complejo… Nunca es realmente un problema que yo pueda ver (estar cerca de la tienda)”.
En redes sociales la respuesta al uso de la música clásica para alejar a personas sin hogar no ha dejado de causar bromas como comentarios negativos, quienes califican lo hecho como un acto racista y discriminatorio al no ser una solución para el verdadero problema, que es el ayudar a otros a conseguir un techo o un sitio donde vivir de manera digna.