Una vez difundidas las palabras de Dante Delgado Rannauro para ratificar el objetivo de Movimiento Ciudadano de competir solo en las elecciones locales de 2024, en Puebla, analistas y observadores procedieron a preguntarse quién, mujer u hombre, podría estar en los planes de ese instituto político para contender en su nombre con mediana seriedad.
El personaje fue uno solo, derivado de la lucha interna que se vislumbra en Morena y de las probabilidades de que se le cierre el paso por su estrecha cercanía con Ricardo Monreal.
Atinó usted.
Tras la visita del dueño de MC a Puebla volvió a especularse con la posibilidad de que el senador Alejandro Armenta Mier sea su candidato a gobernador, sólo en el escenario de que el presidente López Obrador y su representante en Morena, Mario Delgado Carrillo, decidan cerrarle la puerta para abrirla a alguien más.
¿Será por eso que MC quiere ir solo en la contienda de gobernador?
¿Habrán hecho ya alguna suerte de acuerdo político Delgado y Armenta, para perfilar desde ahora la estrategia de una hipotética precampaña?
Seguramente no, dada la labor de Armenta como presidente del senado, en representación de Morena, y su hiperactividad en el estado, donde se presenta y es recibido como aspirante de ese partido a la gubernatura.
No obstante, eso no evitó que nuevamente, como en el pasado, al senador se le relacionara con Movimiento Ciudadano, en medio de una eventual ruptura con Morena.
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La percepción de los integrantes de una sociedad en torno a un problema o fenómeno de interés común importa porque transmite lo que piensan y sienten las personas acerca de un gobernante.
Por eso es que el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, ha recibido con beneplácito los más recientes números de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Ensu), que realiza el Inegi.
Según los números, entre junio y septiembre del año en curso disminuyó 17 puntos porcentuales la percepción de inseguridad en la capital del estado, al pasar de 87.1 a 70 por ciento en esos tres meses.
La percepción no siempre va emparejada con la realidad, pero es un instrumento importante para medir el sentimiento de la gente en relación con el trabajo de su gobierno.
Ayer mismo, enterado de los resultados, Rivera Pérez se dijo complacido, aunque, inmediatamente después advirtió que no echará las campanas al vuelo por la mejora y reiteró su disposición a reforzar las tareas en esa materia.
En efecto, las cosas en materia de seguridad pública siguen mal, pero eso no quita mérito a lo que han comenzado a ver y percibir los ciudadanos, después de un periodo negativo de vuelta a la normalidad en el que los delincuentes regresaron a tomar las calles.
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La participación de la presidenta estatal de Morena, Olga Romero Garci-Crespo, en mítines o asambleas de apoyo a la jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheiunbaum Pardo, ya comenzó a tener repercusiones negativas para la también diputada local con licencia.
El exsecretario de Gobernación estatal, David Méndez Márquez, así como el diputado federal, Mario Miguel Carillo Cubillas, recomendaron a Romero cuidar las apariciones que hace, porque es la representante de la fuerza en la entidad.
Para Méndez Márquez, la dirigente del partido de izquierda debe realizar acciones con los militantes y simpatizantes de manera neutral con el fin de evitar ciertos adeptos en favor de algún posible aspirante a la candidatura presidencial, en este caso, la jefa de gobierno de la ciudad de México.
Tiene razón.
Sin neutralidad, la líder del partido continuará metiéndose en problemas, conforme avance el proceso de sucesión presidencial.
