Julio Miguel Huerta Gómez ha adoptado una estrategia sui géneris en las últimas horas previas a la definición del precandidato a gobernador de Morena.
El exsecretario de Gobernación y aspirante a convertirse en coordinador estatal de los comités de defensa de la 4T se proclamó primero ganador de la encuesta que habrá de anunciarse mañana viernes desde la Comisión Nacional de Elecciones del partido presidencial.
Adelantándose al anuncio oficial de ese instituto político, Huerta Gómez se dijo ganador de la encuesta y agradeció el apoyo de los millones de poblanas y poblanos que, según él, hicieron posible que se alzara con la victoria en la contienda interna.
La jugada sorprendió dentro y fuera de Morena, y causó más asombro al saberse que el mismo aspirante a gobernador convocó, también por anticipado, a una celebración para efectuarse el sábado en el zócalo de la ciudad de Puebla.
“¿Una celebración de qué?”, preguntará usted, amable lector, pues justamente por haber salido victorioso de esa contienda morenista.
El exhorto para asistir a la concentración en el zócalo no provino directamente de él, sino de mensajes de texto llegados a teléfonos celulares atribuidos a su persona.
Hayan sido enviados o no esos mensajes por el aspirante o por su equipo de colaboradores, encajan en esa estrategia que lo llevó a darse por ganador antes del viernes.
¿Será que el aspirante cuenta con una bola de cristal para anticiparse al futuro?
Es probable.
Aunque, como bien razonan algunos observadores, si ya tiene la certeza de que será el ganador, ¿para qué adelantarse a los hechos?
Cosas extrañas pasaron en esta contienda.
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Fernando Morales Martínez confirmó su aspiración para convertirse en candidato de Movimiento Ciudadano al gobierno del estado de Puebla.
Para concretar el proyecto político personal, Morales Martínez dijo que será el 19 de diciembre cuando se registre como aspirante y en caso de resultar electo solicitará licencia al cargo que actualmente ocupa en ese partido a partir de marzo del próximo año.
Aquí está el punto interesante.
¿De qué cargo se trata?
Pues Fernando Morales es presidente estatal de ese partido desde septiembre de 2017, lo que significa que lleva usufructuando las mieles de los recursos públicos a través de ese mini instituto político desde hace poco más de seis años.
En ese tiempo no solo ha sido líder local, sino también diputado y ahora pretende ser su candidato a gobernador.
Por supuesto que no ganaría la elección constitucional en caso de ser postulado, pero sí recibirá algunos o muchos beneficios económicos por participar en la contienda.
Morales Martínez, expriista e hijo del exgobernador Melquiades Morales Flores, encontró una mina de oro hasta ahora inagotable en MC.
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Roxana Luna Porquillo vino a ponerle un poco de sabor a la contienda interna en el Frente Amplio por Puebla para la elección de candidato a gobernador que en realidad nunca fue una contienda porque ahí hay un precandidato único: Eduardo Rivera Pérez.
La consejera nacional del PRD aseguró que sigue firme su intención de participar en la puja por la candidatura al gobierno del estado y subrayó que, pese a todo lo que se ha dicho de manera mediática y a la percepción pública existente, aún no se emiten los procesos internos ni el género para definir al perfil que encabezará la candidatura más importante a nivel estatal.
Incluso expuso que las recientes manifestaciones del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, a favor del presidente municipal de Puebla, se limitan a decisiones internas, de ese partido, y no a un consenso ya efectuado de los partidos que forman el bloque opositor.
En eso tiene razón.
Si quiere, Roxana Luna podría complicar un poco la postulación de Eduardo Rivera, o por el contrario, ponerle el sabor que hasta ahora no tuvo debido a la falta de contendientes reales en el frente opositor.
Ya se verá.
