“Creo que es más que evidente la decisión que ha tomado ‘Pepe’ (Chedraui), que como siempre lo manifesté, la respeto, pero no la comparto; lo lamento mucho, no le puedo desear éxito porque estoy seguro que no lo va a tener”.
Fuertes y claras palabras en torno a la ruta política que ha tomado el empresario José Chedraui Budib para tratar de concretar sus aspiraciones.
¿De quién son?
Pues ni más ni menos que de Néstor Camarillo Medina, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Con ellas el líder tricolor confirmó lo que previó ayer en esta columna, que el ex militante del PRI, incluso presidente del Comité Municipal de Puebla, no será candidato a alcalde de la capital del estado del frente opositor, porque ha sido él mismo quien mostró la ruta elegida al ir al encuentro de personajes de Morena, como Claudia Sheinbaum Pardo y Olga Romero Garci Crespo.
Después de descartarlo como carta del priismo, Camarillo le pronosticó un mal desenlace:
“Se va porque lo invitaron a participar y, como muchos priistas, con el canto de las sirenas lo hacen cambiar de opinión y al final no se llega a buen puerto (…) pareciera que sus cuadros los hacen a un lado y se dedican todos los días a reciclar priistas del viejo régimen, de ese priismo que le hizo mucho daño a Puebla y que ya no lo queremos acá”.
En cierto sentido Camarillo es de los poquísimos políticos priistas que puede ser crítico del pasado de su propio partido.
Al ser un personaje joven, de apenas 36 años de edad, no fue cómplice de muchos de los perfiles desprestigiados por su deficiente y corrupto desempeño.
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Nadia Navarro Acevedo está molesta con los dirigentes del PAN y, si estos no acuden a ella para recomponer la relación que tuvieron en los últimos cinco años, desde la elección federal del 2018, es posible que les abra un boquete en la contienda que se avecina. Pequeño, al tamaño del partido Pacto Social de Integración, pero boquete al fin.
La senadora abrió la posibilidad de competir como candidata a gobernadora del PSI, partido del que es militante y por el cual fue postulada en 2018, en caso de que no logre un acuerdo con el PAN y sus aliados del frente opositor, para ir con ellos en los comicios del 2024.
Navarro Acevedo lleva mano en el PSI por ser hija del presidente y dueño del partido, Carlos Navarro Corro, por lo que podría hacer efectivo su amago, después de que ella misma lamentara el “poco tacto” que tuvo Marko Cortés Mendoza, presidente del CEN del PAN, al designar por dedazo a Eduardo Rivera Pérez como su precandidato a gobernador, sin la mediación de un proceso abierto y democrático.
Precisamente el PSI es uno de los minipartidos que buscará Eduardo Rivera para sumar a la coalición.
Si Navarro compite sola, por ese partido, eliminará la posibilidad de alianza con el PAN y dañará la estrategia del todavía presidente municipal de Puebla, que quiere sumar a todos, aunque sean pequeños, para enfrentar el próximo año a la aplanadora morenista.
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Un año y días duró la permanencia de Carlos Palafox Galeana en el Poder Judicial del Estado.
El ascenso y descenso del abogado, quien comenzó el periodo de gobierno en vigencia como director jurídico de la Secretaría de Economía en tiempos de Miguel Barbosa Huerta, ha sido de los más fulminantes.
Si acaso se parece un poco al de Héctor Sánchez Sánchez, quien fue presidente del Tribunal Superior de Justicia desde el mini gobierno de José Antonio Gali Fayad hasta el tercer año de gobierno del mismo Barbosa.
El caso de Palafox, sin embargo, quedará marcado en la historia como el del fracaso de una administración pública (la de Barbosa, otra vez) que trató de transformar el Poder Judicial, para bien, despojándole de todos los vicios que posee y que son muchos.
La nueva ley está vigente.
Así que, en un plan ciento por ciento optimista y propositivo, habrá que esperar que esos objetivos reformadores se cumplan en el mediano plazo, con quienes sea que estén al frente, tanto en el Tribunal Superior de Justicia como en el Consejo de la Judicatura.
