Morena busca crear consenso entre los principales aspirantes a la presidencia municipal de Puebla para sacar un candidato de unidad y evitar el proceso interno.
Ese fue el mensaje que ayer por la tarde, pero antes de la hora de la comida, transmitieron el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el senador Alejandro Armenta Mier, en calidad de coordinador estatal de los comités de defensa de la 4T, a un grupo de tiradores a la alcaldía capitalina en la sede del CIS.
Los aspirantes, por su parte, no respondieron que sí, pero dijeron que se llevarían la propuesta de tarea para analizarla con detenimiento en los días por venir.
Ellos coincidieron en dos peticiones, aprovechando que tenían de frente a los máximos representantes de su partido en el estado y a la presidenta oficial del mismo, Olga Romero Garci Crespo.
Una tuvo que ver con los tiempos.
Los aspirantes pidieron que no se alargue la contienda más allá de los plazos establecidos en la convocatoria, como ocurrió en el caso de la contienda por la coordinación estatal, lo que significa que conminaron a emitir la lista de los finalistas a más tardar el 3 de enero.
Y la otra estuvo relacionada con la equidad.
Expresaron la necesidad de que, en las semanas y meses que dure el proceso interno, ninguno de los liderazgos naturales y formales de Morena, entre ellos Céspedes, Armenta y Romero, acompañe a los aspirantes en actos públicos, para evitar que se genera la percepción de que hay un favorito o grupo de favoritos en la contienda y se genere (sin querer) la cargada.
Tanto el gobernador como el precandidato a gobernador y la dirigente estuvieron de acuerdo en decir que sí, que no provocarán percepciones equivocadas que puedan inclinar la balanza a favor de uno u otro de los participantes.
Dígase que en términos generales se consiguió el objetivo trazado para esta plática: calmar los ánimos y allanar el camino para la unidad.
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Ahora usted se preguntará ¿quiénes estuvieron presentes en esta “reunión de la unidad” celebrada en el Centro Integral de Servicios de la zona de Angelópolis y quiénes no?
Van los nombres.
Se sabe que asistieron Alejandro Carvajal Hidalgo, Claudia Rivera Vivanco, José Chedraui Budib, Rodrigo Abdala Dartigues, Gabriel Biestro Medinilla, Leobardo Rodríguez Juárez, Iván Herrera Villagómez, Edhalí Moreno Cíntora, Elisa Molina Rivera, José Luis Ambrosio Salgado, Julio Leopoldo de Lara Valera y Alejandro Cruz Olvera.
Seguramente hubo otros asistentes que no están en esta lista, no más de cinco, pero esos 12 que usted ha leído sí estuvieron presentes durante el encuentro con el gobernador y el precandidato a sucederlo.
No se puede saber con exactitud la identidad de los ausentes debido a que el partido ha guardado sigilosamente la lista de sus 34 aspirantes registrados, pero sí se pueden resaltar dos ausencias notables, las de Nora Merino Escamilla y José Antonio López Ruiz, quienes quizá fueron excluidos del cónclave por pertenecer a las filas del PT.
Quién sabe.
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Pocos lo saben en el ayuntamiento de Puebla, pero Adán Domínguez Sánchez es el único colaborador que le queda a Eduardo Rivera Pérez del staff que lo acompañó en su paso por la LVII legislatura del Congreso del estado.
Domínguez Sánchez, que finalmente fue confirmado ayer como relevo oficial del presidente municipal de Puebla, es compañero de todas las confianzas de Eduardo Rivera desde hace más de 15 años.
Estuvo con él en esa legislatura, que dio inicio en 2008, luego trabajó con él en la primera ocasión que fue alcalde de Puebla, de 2011 a 2014, y posteriormente estuvo con él también en el exilio cercano que tuvieron en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) tras perder la contienda electoral de 2018.
No había manera de que el encargado de cuidarle el ayuntamiento al futuro candidato a gobernador del PAN (y sus aliados) fuese otro personaje.
