Olga Romero Garci-Crespo tiene razón en contestar a los representantes del PAN lo que hizo después de que estos acusaran al partido del presidente López Obrador de haber realizado actos anticipados de campaña con las asambleas informativas del fin de semana.
La dirigente de Morena lo puso así en sus redes sociales: “Asistir a un evento de tu partido con la militancia, no significa actos anticipados de campaña, significa estar con la gente, es ahí donde se escuchan las causas de la población, por lo que luchamos y por lo que la 4T se consolida en todo el país”.
Con esa respuesta, más bien retórica, revira a la acusación de la presidenta del Comité Directivo Estatal del blanquiazul, Augusta Valentina Díaz de Rivera, que anunció denuncias en contra de las “corcholatas” del gobernador Miguel Barbosa.
En entrevista con este diario fue más técnica y consistente: no se pidió el voto a favor de nadie, por lo que no hubo ningún acto anticipado.
Eso es cierto.
Pero el punto no va por ahí.
El problema de esas asambleas informativas es para Morena y los aspirantes presidenciales que compiten contra la jefa de gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum, porque en Puebla no tendrán piso parejo en una contienda por la candidatura presidencial.
Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila y Gerardo Fernández Noroña ahora ya saben que el corazón de la presidenta de Morena está con la jefa de gobierno, porque estuvo en las asambleas realizadas para promover su imagen.
Ese es el lío político en que se metió Romero Garci-Crespo, no el que dice la dirigente del PAN.
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Fernando Morales Martínez lo había dicho una y otra vez: Movimiento Ciudadano participará solo en las elecciones locales de 2024.
En calidad de presidente estatal del partido naranja, de esa forma descartaba cualquier posibilidad de alianza con los institutos políticos opositores a Morena para la sucesión de gobernador, como son, principalmente, PAN, PRI y PRD.
Pero como las palabras de Morales Martínez, alguna vez militante del tricolor, no eran suficientes, había que hacerle la misma pregunta al coordinador nacional de MC, Dante Delgado Rannauro, que ayer estuvo en Puebla.
Dante, que es en realidad el dueño de ese partido, dijo lo mismo que su representante en Puebla y fue todavía más rudo.
Subrayó que no se unirá a la oposición, por ser un bloque de partidos que todo lo hicieron mal en el pasado, cuando estuvieron en el poder, y la comparó con el malogrado barco Titanic, por encontrarse al borde del naufragio y la extinción.
Después de conocer esas palabras es poco probable que a alguien dentro del PAN, el PRI y el PRD le queden ganas de tomarse una foto y agarrarse de la mano con Dante Delgado.
Ni a Eduardo Rivera Pérez, que hace una semana pedía armar un bloque opositor con Movimiento Ciudadano incluido.
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El diputado federal poblano, Mario Riestra Piña, ha exhibido por enésima ocasión la tardanza del gobierno federal para trabajar en la reconstrucción del hospital del IMSS de San Alejandro. Esta vez con una carta de respuesta que le envió Ramón Aguirre Díaz, titular de la unidad de Infraestructura, Proyectos Especiales y Carteras de Inversión del Instituto.
Resulta que hasta ahora no hay ni proyecto ejecutivo ni permisos para comenzar con los trabajos de reconstrucción, pero el servidor público afirma que estos darán inicio a finales de año.
Riestra deduce que será imposible cumplir en esa fecha cuando el Seguro Social no cuenta con nada en las manos y esa sospecha tiene toda lógica.
La cuatroté sigue engañando a los poblanos derechohabientes del IMSS, como lo demuestra, además, el hecho de que no hayan arrancado las obras en Amozoc, donde se tiene listo el terreno para construir un nuevo nosocomio.
