Familia y amigos recuerdan a Jean Francois Boyer – El Sol de Puebla

Hace casi medio siglo, el 11 de septiembre de 1973, Jean Francois Boyer estaba de viaje por Perú, cuando “en el andén de la pequeña estación de Aguas Calientes, al pie de Machu Pichu, una radio distante rompió el silencio: ¡Atención, atención: Golpe militar en Chile! La conmoción fue brutal”.

El entrecomillado corresponde a las memorias inconclusas del prestigiado periodista francés avecindado en México, quien falleció hace unos meses a causa del Covid.

De Perú, Jean Francois voló a Chile, donde se hizo pasar por agregado de prensa de la embajada francesa para reportear durante tres semanas los horrores del inicio de la dictadura pinochetista.

En un acto para recordar su vida y obra, Boyer se hizo presente a través de un texto leído por su viuda, Julieta González, quien compartió que después de la partida de Jean Francois, encontró notas del periodista sobre la vida y su vocación.

“¿Por qué el miedo es extraño para nosotros los periodistas? Porque lo último en lo que piensas es en la muerte. Y sobre todo porque nos sentíamos útiles”, escribió sobre su experiencia en Chile quien fue corresponsal en Argentina, Nicaragua, El Salvador, Líbano, e Irak, entre otros.

Nacido en Argel, Jean Francois creció con el ejemplo de la rebeldía y en cada momento de su vida la ejerció, tanto en lo personal como en lo profesional: “aprendí muy rápidamente que los hombres podían morir por las ideas.

“La vida ordinaria consolidaría en mí, poco a poco, una cierta indiferencia hacia la muerte. ¿Por qué el miedo es extraño para nosotros los periodistas? Porque lo último en lo que piensas es en la muerte. Y sobre todo porque nos sentíamos útiles. Tomar riesgos para dar testimonio de las tragedias del mundo o tratar de resolverlas nos pareció una vocación más emocionante que la búsqueda del placer diario que pronto movilizaría a la juventud occidental”.

Ese tratar de resolver las cosas, o al menos de entenderlas, lo llevó a muchos de los sitios en los que la guerra era cosa de todos los días.

A lo largo de su medio siglo de actividad profesional, Jean Francois se desempeñó como enviado especial y corresponsal del primer canal de televisión de Francia, del canal TF1 en Medio Oriente, América Latina, África y Asia, y del diario Liberación. Asimismo fundó la edición mexicana de Le Monde Diplomatique. Y con ese respaldo que le da toda esta experiencia, añade en sus memorias:

“A los jóvenes colegas de hoy que me insisten en darles las claves de este oficio, invariablemente les respondo que deben cumplir al menos cuatro condiciones antes de embarcarse en ella con alguna posibilidad de éxito: Elige un tema que te apasione. Ten un buen conocimiento de su contexto. Cuenta con contactos de confianza capaces de proporcionarte información hasta ahora poco conocida. Define una tesis y sé capaz de defenderla”.

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Como botones de muestra de su talento, compromiso social y oficio periodístico, Jean Francois nos heredó los grandes reportajes El imperio Moon y La guerra perdida contra las drogas, así como la novela Lágrimas de volcán.

Hace algunos meses este periodista dejó el plano terrenal; hoy su familia y amigos lo recordamos con gran aprecio, como hay que hacerlo con las millones de víctimas que dejó la pandemia, que ojalá también nos haya dejado el deseo de construir una mejor sociedad, como la que soñó y por la que luchó Jean Francois Boyer.

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