Internos del penal de Tehuacán denuncian hacinamiento y cobros irregulares – El Sol de Puebla

Internos del penal de Tehuacán urgen la intervención del gobierno del estado de Puebla para una revisión e investigación exhaustiva dentro del centro penitenciario ante condiciones de hacinamiento, supuestos cobros por visita íntima, utilización de las celdas para tal acción, el ingreso de sexoservidoras y hasta el cobro de 100 pesos a los familiares de los internos para poder entrar a visita en sábado o domingo.

Mediante un escrito firmado por decenas de reclusos, ya enviado y recibido por la Oficialía de Partes del gobierno de Puebla el pasado 23 de noviembre, internos exhibieron la situación, incluso a su parecer, insalubre que se vive dentro del reclusorio.

De acuerdo con la queja, cuya copia fue enviada a este medio, las personas privadas de la libertad (PPL) que aparecen como denunciantes, indicaron que en el asunto está involucrado el propio director del Cereso Samuel Covarrubias así como custodios, personal de trabajo social y otros internos que controlan ciertos negocios.

En el asunto de las visitas íntimas, acusaron en primera instancia que ahora al director del citado reclusorio ya no solo le basta con la presentación de un acta de concubinato sino que ya exige acta de matrimonio y de no contar con ella solicitan un pago de 100 pesos, misma cantidad en la que prácticamente se rentan por hora las celdas de los internos para llevar acabo la visita conyugal, siendo un total de 80 celdas disponibles para tal uso.

“Tenemos que pagar la cantidad de 100 pesos por hora y en este Cereso regional hay alrededor de 80 celdas que usan como cuartos de hotel donde las visitas pueden estar hasta siete horas logrando así un beneficio económico de hasta 700 pesos por día y por celda”, se detalla en el escrito.

Sin embargo, los negocios se extienden a la vistas normales ya que los familiares que no pueden acudir conforme al calendario a visitar a sus reclusos, acuden sábados y domingos donde la cuota también es de 100 pesos para dejarlos ingresar, según la denuncia.

“Las autoridades deberían revisar los libros que utilizan para el control de vista, sobre todo sábados y domingos, muchos de nosotros nos vemos obligados a pagar ya que la familia trabaja y no tiene oportunidad de poder ingresar de acuerdo con el rol que elabora la licenciada Cecilia López Hermenegildo, quien es la responsable de trabajo social de tal forma que cada dormitorio tiene tres visitas por mes”, detallaron.

PROSTITUCIÓN E INSALUBRIDAD

Por otro lado, los reclusos también aseveran que se permite el ingreso de sexoservidoras e incluso afirmaron que durante la entrada de las trabajadoras sexuales se registró una violación a una menor de edad.

También dijeron que hay condiciones de insalubridad ya que tardan hasta dos semanas para poder retirar toda la basura que se genera en el penal ante lo cual los internos deben soportar el mal olor que se genera debido a ello.

Al igual que en otros centros penitenciarios se quejaron sobre la comida que se les proporciona pues consideran que es inhumano lo que apenas les proporcionan de alimentos como dos panes y un café de desayuno.

“La comida que se nos proporciona no es la que corresponde a un ser humano, nos dan dos panes y café de desayuno; un espaguetti o frijoles de comida; y de cena un bolillo con té. A vista de todos nos damos cuenta de cómo sale una camioneta repleta de cajas de leche, huevo, pan, azúcar, carne, etcétera”, refirieron.

ACUSAN HACINAMIENTO Y PROHIBICIÓN PARA LABORAR

A la par, la queja de los reos es el hacinamiento que viven pues aseguran que en una celda de 2 por 2 metros, viven 15 PPL, lo cual indican, es una situación muy difícil.

También denunciaron que en el penal no existe la reinserción social pues dicen “no hay mecanismos para garantizar a las personas privadas de la libertad reintegrarse mediante trabajo, capacitación, educación y salud. Se trata de un sistema penitenciario que solo beneficia a un grupo de internos que maneja la renta de los dormitorios y distribución de droga”.

En este sentido, acusaron al interno Gustavo N, del dormitorio 2; Carlos N, del dormitorio 3; además del coordinador de módulo Apolinar N y Martín N, este último incluso contaría con una pistola, según la denuncia en la que se señala el anexo de una fotografía del arma de fuego referida y 5 hojas con nombres y firmas de los internos quejosos.

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