Aguerrido, solidario y consciente, así es como recordarán a Juan Pablo Uraga Magollán, un joven de 15 años que se convirtió en el segundo donador multiorgánico del 2023 en el Hospital de Traumatología y Ortopedia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla. Con esto cuatro personas serán beneficiadas.
Un hígado, dos córneas y el corazón serán trasplantados cuatro personas que se encuentran en la lista de espera a nivel nacional.
Con tan corta edad, el menor que cursaba el segundo semestre en el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 184 de Izúcar de Matamoros, promovía la donación de órganos, la colecta de tapas plásticas para el apoyo a niños con cáncer, así como la reforestación de su comunidad.
Tiempo atrás y aferrado a sus convicciones, por lo que su familia cumplió esa voluntad, luego de que el menor tuviera una muerte craneoencefálica debido a un accidente vial.
De acuerdo con el director del Hospital de Traumatología y Ortopedia del IMSS en Puebla, Francisco Morales Flores, este es un ejemplo para la ciudadanía a fin de que reflexionen sobre este acto “de amor” que regala otra oportunidad de vida a quienes lo necesitan.
Añadió que no es tan frecuente que los menores de edad sean donadores, pero no significa que no se pueda, puesto que siempre se puede apoyar en este tipo de causas.
“Esto es un acto de heroísmo, es trascendental que en vida haya manifestado que deseaba donar sus órganos para salvar la vida a otros (…) era un joven que le gustaba ayudar a los más necesitados. Es un gran ejemplo para la juventud”, dijo.
Por su parte, Cinthya Magollán, madre de Juan Pablo, expresó que él le dejó una gran lección, pues con 15 años de edad tenía la mentalidad de ser solidario y apoyar cuando se necesitara.
Recordó que en su momento pensó que su hijo solo jugaba cuando decía que quería donar sus órganos, sin embargo, tiempo después notó que no era así. Por tanto, agradeció que él haya tenido esa visión de apoyar hasta después de la vida.
“Nunca me imaginé que mi hijo tuviera la madurez de decirme que si a él le sucedía algo yo donara sus órganos (…) ahora me doy cuenta de la importancia tan grande que es este acto”, expresó.
Por su parte, Jonás, amigo de Juan Pablo, dijo que el accidente se suscitó el pasado sábado 25 de marzo, cuando se dirigía a casa por un balón de básquetbol, sin embargo, nunca regresó.
Añadió que todos los que rodearon al joven siempre lo van a recordar como un héroe y un gran ser humano, pues en vida se comprometió con muchas causas sociales.