“Hay que recuperar el peso que tienen las academias”, preciso Lilia Cedillo Ramírez, rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), al recordar la importancia que tiene el personal académico en el buen funcionamiento de la máxima casa de estudios.
Lo anterior durante la presentación del libro “Los nuevos retos de una nueva agenda universitaria en México en una época de cambios, una perspectiva desde la BUAP”, el cual se compone de ejercicios de reflexión por parte del personal académico de la universidad, explicó Cedillo Ramírez.
“Todos sabemos que lo que hace que nuestra institución funcione bien es la parte académica, de quienes día a día están frente a un grupo, en los laboratorios, en los institutos y facultades haciendo investigación, están con el trato muy cercano con los estudiantes”, expresó.
Subrayó la importancia de reconocer el trabajo del personal académico en la universidad, pues influye en las decisiones no solo a favor de la institución, sino también en la vida diaria. “Trabajan el doble o el triple, ese valor se lo tenemos que dar (…) que sigan teniendo ese peso, tengo el compromiso de escucharlos, de tomarlos en cuenta”, dijo.
Compartió que, al tener la oportunidad de continuar sus labores como docente en la universidad, ha logrado acercarse y escuchar las necesidades del cuerpo académico, por este motivo, está comprometida con atender cada una de ellas.
En otro orden de ideas, Liza Aceves López, directora de Vocaciones Científicas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), expuso que este libro convoca a discutir diversos temas, entre ellos la memoria universitaria y hacia dónde va la BUAP.
Además, reúne una serie de opiniones sobre cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la máxima casa de estudios en comparación con instituciones públicas de nivel superior de otros estados de la República y los contextos por los que atraviesa cada una de ellas.
Finalmente, explicó que esta edición hace un llamado a retomar la ciencia dentro de la comunidad universitaria, reconociéndola como un derecho humano y no como parte de un gremio.