Ana Laura y Liliana nunca se conocieron, sin embargo, ambas fueron asesinadas a finales del mes de marzo al interior de sus respectivos domicilios en la ciudad de Puebla, al parecer, a manos de su esposo y su expareja sentimental, respectivamente; hoy las familias de las dos víctimas se unieron para marchar por las calles de capital poblana hasta llegar a la Fiscalía General del Estado (FGE) y exigir justicia.
Con paliacates morados atados a la muñeca, y sosteniendo tanto cartulinas co lonas con leyendas como “ni una más”, “somos el grito de las que ya no están”, “es por ellas que hoy gritamos hasta el cielo”, entre otras, es como este miércoles poco después de las 12 horas, alrededor de 50 personas, entre familiares y amigos de las víctimas, se concentraron en la zona del Paseo Bravo para externar sus inconformidades y narrar un poco sobre la historia de las dos mujeres.
Marisol San Germán, mamá de Liliana N., de 30 años, la cual fue reportada como desaparecida el día 27 de marzo y un día después fue hallada muerta y enterrada en su propio domicilio en la colonia Cencalli, compartió que su hija era cajera de una tienda Gran Bodega; hace siete años se juntó con un hombre identificado como Martín A. V., de 40.
Ambos procrearon un hijo, pero después de tres años de relación, Lili (como le decían de cariño) decidió terminar con él debido a los malos tratos, las agresiones físicas y verbales que recibía por parte del padre de su hijo.
Martín, según la madre de la víctima, nunca aceptó que Liliana ya no quisiera estar con él y solo quisiera vivir con su hijo de ahora seis años de edad. En su negación, el ahora sospechoso de feminicidio, empezó a acosar a su expareja, la seguía, se metía a su casa y le robaba ropa.
“Él no aceptaba que ella quería estar sola con su hijo, llevaban tres años separados, ante diversas agresiones por parte del sujeto decidió separarse de él para no darle esa vida a su hijo”, expresó la declarante.
De igual forma, la señora Marisol destacó que un mes antes, Liliana había interpuesto una orden de restricción para Martín, quien al finalizar esa orden, acosó a la joven con mayor intensidad, hasta que aparentemente la mató.
“Fue más el acoso hacia ella que terminó en esto, él la agredía, se metía a su casa y la familia de él lo sabía y estaba al tanto, entonces cómo es posible que ellos digan que está desaparecido luego de que mataron a mi hija. Era madre, hija, hermana, muy trabajadora, una persona empeñada en su labor, feminicida no se puso a pensar en que dejó a un pequeño sin su mamá y no es justo, pedimos justicia, que esto no se quede archivado, que se vea la justicia”, concluyó la madre de la joven.
Ana Laura conocía a los sujetos que entraron a su casa; su exesposo es sospechoso
Por otro lado, Enrique García, tío materno de Ana Laura, de 44 años de edad, quien fue ahorcada en su domicilio en la colonia Rincón Arboledas Sur, señaló que el primer sospechoso del asesinato de su sobrina es su exesposo José Samuel N., a quien llevaba 15 años de conocerlo y después de sostener un noviazgo, hace dos años se casaron pero ante episodio de violencia familiar, su sobrina decidió separarse de él, cinco meses antes de que fuera asesinada; el acusado, según el entrevistado, todavía la golpeó.
“El primer sospechoso es el esposo, tenían cinco meses de haberse separado, la molestaba, iba a gritarle a su casa e incluso una vez se lo llevó la patrulla; él tenía manera de mover los celulares, un tiempo vendió refacciones y compuso celulares, entonces cada vez que Ana cambiaba de chip, él la localizaba, luego, luego, incluso antes de separarse le pegó, le dijimos que fuera a denunciarlo pero no quiso”, relató el doliente.
“Enrique señaló que existen videos de las cámaras de vigilancia en los que se puede ver que dos hombres y una mujer llegaron a la casa de Ana Laura y ella les abrió, por lo que aparentemente los conocía; después de estar una hora en el domicilio, llegó un taxi y uno de ellos se retiró en él y los demás salieron a pie.
Salieron videos en los que se ve que ella les abre, son dos hombres y una mujer los que entraron a su casa, primero entró un hombre solo, y luego a los diez minutos llegó la pareja y ahí estuvieron una hora, después llegó un taxi y salió el que llegó primero, luego salió él y se fue solo como a las tres de la mañana”, reveló el tío de Ana Laura.
Finalmente el entrevistado pidió que la investigación se acelere y se le haga justicia a su sobrina pues incluso el sujeto no era del agrado de la familia porque sabían que violentaba a Ana Laura.
“Llevaban 15 años de conocerse, fue su jefe en un trabajo que ella tuvo, fueron novios y se casaron hace dos años, no era del agrado de mi cuñado (papá de la víctima), no era bien recibido, desgraciadamente mi hermana y el papá de mi sobrina ya murieron; una vez él la agredió y se dio la separación pero no quiso denunciarlo, que se haga justicia y aceleren la investigación”, concluyó.
Marcha llega al Palacio Municipal y a la Fiscalí
Después de compartir sus casos, los deudos formaron un bloque sobre avenida Reforma y 11 Sur para avanzar hasta la zona del Zócalo de la ciudad y llegar a Palacio Municipal, donde se detuvieron para gritar y pedir justicia para ambas víctimas x
Luego de cinco minutos los manifestantes avanzaron hasta el bulevar 5 de Mayo y llegaron a las puertas de la Fiscalía General del Estado (FGE) donde pidieron al fiscal general del estado, Gilberto Higuera Bernal, escuchar sus peticiones y dar celeridad a los dos casos.
Tras el acompañamiento de alrededor de 50 personas, los familiares de las dos víctimas se retiraron del lugar a la espera de que pronto los presuntos responsables sean detenidos y procesados.
