Desde hace unos meses estalló en Hollywood una huelga de actores y escritores en busca de mejores condiciones labores con acciones como el recibir una remuneración cuando su contenido es retransmitido por alguna plataforma de streaming o mediante otro medio, momento que ha sido aprovechado por las casas productoras para implementar el uso de Inteligencia Artificial (IA).
Pero a estas quejas se sumaron otras de los profesionales del entretenimiento que no se quedaron de brazos cruzados, especialmente los escritores estadounidenses George RR Martin y John Grisham, conocidos por la saga Game of Thrones, quienes decidieron interponer una demanda a la compañía creadora del software ChatGPT, esto bajo el argumento de que violaron sus derechos de autor.
¿Cómo infringió ChatGPT los derechos de autor?
De acuerdo con los demandantes, su queja radicaría en el hecho de que para entrenar el sistema es usado el contenido que ellos crearon, específicamente en el caso de Martin que creó una serie de novelas bajo el nombre de “Canción de Hielo y Fuego”, mismas que tiempo después se adaptaron para ser llevadas a la pantalla de la televisión a través de HBO como “Juego de Tronos”.
Martin y Grisham afirman que ChatGPT y otros modelos de lenguaje similares son entrenados o “aprenden” a partir de análisis de grandes cantidades de información que suelen encontrase en línea al alcance de todo mundo, sin embargo, argumentan que sus libros fueron utilizados sin su autorización con la intensión de dichos programas sean más inteligentes.
Respuesta de OpenAI genera revuelo en la industria
Por su parte, la empresa OpenAI ya dio respuesta a la controversia, afirmando que siempre han respetado los derechos de los escritores e incluso señalaron que por el contrario serían estos quienes se verían beneficiados con dicha tecnología, por lo que rápidamente otros escritores reconocidos de la industria no dudaron en sumarse a la demanda.
Dentro de los nombres que ya figuran en la causa se encuentran los de Jonathan Franzen, Jodi Picoult y George Saunders; esta demanda encabezada por el Sindicato de Escritores fue presentada ante una corte federal de Manhattan, Nueva York, asentando las acusaciones como un “robo sistemático a gran escala”, querella que se suma a la presentada por la comediante Sarah Silverman en julio.
Al proceso legal se sumó una carta abierta que también fue firmada por los escritores Margaret Atwood y Philip Pullman, en la cual pidieron a las compañías de inteligencia artificial que se entregara una compensación a quienes fuera utilizado su trabajo, por lo que en una nueva intervención un portavoz de OpenAI afirmó que ya tenían conversaciones productivas con muchos creadores alrededor del mundo, incluyendo el Sindicato de Escritores.
Finalmente, los demandantes aseguran que este proceso legal también busca dejar en evidencia la preocupación que les genera que este tipo de tecnología pueda desplazar el contenido hecho por humanos, aunque los creadores de ChatGPT se han dicho optimistas de que en algún punto se puedan encontrar formas que beneficien a ambas partes para poder trabajar juntos.