Uno de los órganos más importantes del cuerpo humano es el corazón, pues de este depende el funcionamiento del resto del organismo y diversos son los males que lo pueden aquejar, uno de ellos son los llamados soplos cardiacos, que reciben su nombre porque generan unos sonidos similares a un silbido o susurro, los cuales son provocados un flujo de sangre acelerado.
Estos sonidos pueden ser fácilmente detectados mediante un estetoscopio y pueden presentarse tanto por una falla de nacimiento, cuando reciben el nombre de congénitos o desarrollarse con el avance de la vida cuando se denomina como adquirido y si bien algunos son inofensivos, existen otros que pueden implicar una enfermedad grave, por lo que aquí te explicamos más.
¿Qué síntomas tiene un soplo cardiaco?
Si bien los soplos cardiacos inofensivos no suelen presentar síntomas y por tanto sólo son detectados cuando el médico utiliza un estetoscopio con otro fin, pero aquellos que son preocupantes sí muestran indicios de su presencia a través de uñas o labios de color azul o gris, dolor en el pecho, tos que no desaparece, mareos, hígado hinchado, venas del cuello hinchadas, desmayos, sudoración intensa con poca o ninguna actividad, falta de aire e hinchazón o aumento de peso repentino.
Dependiendo del tipo de problema que esté presentando el músculo cardiaco en el flujo de sangre que recibe es el nombre que se le da, pues cuando el corazón se está llenando de sangre es llamado soplo diastólico, cuando el corazón se está vaciando se le conoce como soplo sistólico y es cuando se basa en el latido cardíaco qie se le determina como soplo continuo.
Sobre el origen de los soplos cardíacos de preocupación el problema puede radicar en la estructura del corazón desde el nacimiento, presentando orificios en el corazón y derivaciones cardíacas, mientras que en el caso de los adultos se puede deber a depósitos de calcio, una infección del recubrimiento interno del corazón y las válvulas, así como una fiebre reumática.
¿Cómo se pueden atender los soplos cardiacos?
Sobre la forma de detectar este mal, comúnmente se realiza mediante un examen físico originado por otro motivo, a través de la escucha del corazón para considerar aspectos como el volumen, la ubicación del sonido, el tono que tiene, el momento en que ocurre e incluso si se dan algunos cambios en el sonido, tras lo que se determinará si es necesaria la realización de pruebas específicas.
Dentro de las pruebas necesarias para la determinación del origen de un soplo cardiaco se encuentran los ecocardiogramas, los electrocardiogramas, el cateterismo cardíaco, e incluso una exploración por tomografía computarizada a fin de tener una imagen más certera del corazón; en cuanto al tratamiento, de manera general los soplos cardíacos inofensivos no lo requieren.
Finalmente, en el caso de los soplos de preocupación el tratamiento dependerá de la causa, pues tanto se puede requerir de una cirugía, para corregir una afección que causa el problema como una reparación de válvula, como de medicamentos dentro de los cuales figuran anticoagulantes, diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) y betabloqueadores.